Venezuela: el opositor López, preso en su casa

La medida, que se produce tras meses de creciente convulsión en las calles contra el régimen de Maduro, se debe a “problemas de salud”, según informó el Tribunal Supremo. Estuvo 3 años y 5 meses en la cárcel.

Venezuela: el opositor López, preso en su casa

El opositor Leopoldo López, el más radical y emblemático de los políticos presos en Venezuela, salió ayer de madrugada de la prisión de Ramo Verde, donde estaba confinado, y pasó al arresto domiciliario en su casa de esta capital. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela le otorgó la posibilidad de estar detenido en su vivienda por problemas de salud, según confirmó la corte en su cuenta oficial de Twitter.

Según informó uno de sus abogados en España, Javier Cremades, López está en su casa de Caracas con su esposa, Lilian Tintori, y sus dos hijos. “Aún no es libre, sigue bajo arresto domiciliario. Le sacaron de madrugada”, dijo el letrado.

“La casa por cárcel de Leopoldo López no implica modificación de su condena. La perversa justicia bolivariana aún tiene sus garras sobre el”, agregó Cremades.

“Feliz de que Leopoldo López haya vuelto a casa”, tuiteó el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, desde Hamburgo, donde asistió a la reunión del G20.

López, de 46 años, fue arrestado en febrero de 2014 bajo cargos de “incitación a la violencia” durante las protestas que por unos cuatro meses exigieron ese año la renuncia del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que dejaron 43 fallecidos. Su esposa aún no ha reaccionado en público, pero había dicho en Twitter el viernes que las autoridades venezolanas le habían dejado ver a su esposo después de 32 días de incomunicación.

“¡Nos da gran alegría que Leopoldo López esté en su casa con su familia! ¡Tiene que darse su libertad plena como a todos los presos políticos!”, reaccionó el dirigente opositor Henrique Capriles.

El diputado opositor Henry Ramos Allup aseguró que la medida sustitutiva de arresto domiciliario “debe ser un avance hacia la libertad plena”.

La liberación de López fue autorizada por el TSJ, acusado de seguir los dictados del Gobierno, en un momento en que Venezuela vive una alta tensión con una ola de manifestaciones de la oposición, que pide la salida del poder de Maduro y que ha causado ya 91 muertos, en medio de una grave crisis económica.

La ONG Foro Penal asegura que, con las detenciones en la ola de protestas que empezó el 1 de abril, subió de un centenar a 433 el número de “presos políticos”, que el Gobierno no reconoce sino que asegura que se trata de presos por actos de violencia.

"Muestra de debilidad"

López se convirtió en el símbolo de los opositores venezolanos presos, entre ellos el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, también bajo arresto domiciliario, y el ex alcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos, bajo cargos de conspiración.

A fines del año pasado, a instancias de la mediación internacional, el Gobierno aceptó el acompañamiento del Vaticano y liberó a varios activistas detenidos, pero de bajo perfil.

López fue visitado en varias ocasiones por el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, la última vez el pasado 4 de junio, cuando también asistió la entonces canciller Delcy Rodríguez y el dirigente chavista Jorge Rodríguez, hermano de la ministra.

En ese entonces, López llamó a los venezolanos a continuar protestando en las calles y su esposa negó que se estuviera negociando una medida de casa por cárcel a cambio de la desactivación de las manifestaciones.

“Leopoldo jamás va a negociar su libertad, primero está la libertad de todo un país. No se trata de la libertad de un hombre, sino de toda Venezuela”, manifestó Tintori en esa ocasión, una día después de la reunión.

A finales de junio, en un video difundido por su esposa en las redes sociales, López denunció a gritos que lo estaba siendo torturado en su celda de la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas. Pero el Gobierno lo desmintió mostrando fotografías -supuestamente de fecha actual- en las que lucía recibiendo alimentos enviados por su familia.

En abril pasado, unos 2.000 venezolanos se movilizaron hacia las cárceles donde estaban recluido López y otros opositores, para reclamar en las afueras su liberación y exigir elecciones generales.
La defensa alega que López fue condenado por motivos políticos y con pruebas "manipuladas", violando sus derechos procesales, y que la justicia está al servicio del gobierno.

En tanto, el director del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, se pronunció en la víspera por la medida sustitutiva de casa por cárcel otorgada al dirigente. “Nos da gran alegría que Leopoldo esté en su casa con su familia. Seguiremos reclamando por la liberación de otros pesos políticos”, dijo. Indicó que la libertad del líder opositor es a medias, pero a su juicio es un paso adelante.

Un referente político carismático y también generador de polémicas

Hace apenas unos meses circuló el rumor de que Leopoldo López había muerto en la cárcel. Ante la marea de reacciones, el gobierno de Venezuela tuvo que difundir un vídeo para probar que el carismático dirigente opositor seguía con vida en la prisión de Ramo Verde.

Semanas después era el propio López quien desde allí llamaba en un vídeo a los militares del país a rebelarse contra el gobierno de Maduro.

Nacido en el seno de una familia pudiente en Caracas en 1971, López, de hoy 46 años, es un abogado y economista con estudios en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Está casado desde 2007 con Lilian Tintori, con quien tiene dos hijos, Leopoldo Santiago y Manuela.

Para contrarrestar el ascenso meteórico del presidente Hugo Chávez en 1999, López participó en la fundación del partido Primero Justicia (PJ). Seguidamente, confirmó su ascenso político cuando en el 2000 logró, con apenas 29 años, ser elegido alcalde del municipio caraqueño de Chacao.

La carrera de López no ha estado libre de polémica. A fines de los '90, cuando era empleado de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), gestionó una donación de la empresa a la organización no gubernamental Primero Justicia, que posteriormente se convertiría en su partido.

Este conflicto de intereses fue sancionado por la Contraloría venezolana con una inhabilitación política por nueve años. Mientras batallaba contra esa inhabilitación, López creó su propio partido (Voluntad Popular) para lanzar su candidatura presidencial en 2012. Fuente: Diario El Nacional (Caracas)

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