Las autoridades de Venezuela vigilaban severamente ayer la frontera con Colombia, tras la orden del presidente Nicolás Maduro de cerrarla hasta el jueves para combatir a supuestos grupos criminales que acaparan billetes de 100 bolívares, el de más alto valor en el país.
“No vamos a permitir que las mafias ingresen billetes de 100 bolívares a Venezuela”, enfatizó en Twitter José Vielma Mora, gobernador chavista del estado fronterizo del Táchira (oeste), al compartir imágenes de pilas de billetes incautados.
Maduro ordenó la noche del lunes el cierre durante 72 horas de la frontera y, hasta el momento, su gobierno informó de la detención de 117 personas y la incautación de 104.000 millones de bolívares (unos 155 millones de dólares).
El presidente venezolano asegura que grandes cantidades de dinero en efectivo estaban siendo acaparadas en la frontera con Colombia como parte de un supuesto plan dirigido por Estados Unidos para “asfixiar” la golpeada economía del país petrolero.
El mandatario justificó así la decisión de retirar entre ayer y mañana de las calles los billetes de 100, el de mayor denominación en Venezuela, a la espera de la entrada en circulación, el mismo jueves, de un nuevo paquete monetario que tendrá denominaciones de hasta 20.000 bolívares.
Con 2.200 km, la porosa frontera colombiana-venezolana registra problemas de contrabando impulsados por una norma que permite cambiar el bolívar fuera de la tasa de cambio oficial en la zona limítrofe colombiana.
Esto hace que muchos contrabandistas aprovechen ese cambio ventajoso para comprar productos subsidiados del lado venezolano, que luego revenden en Colombia a precios muy superiores.
El gobierno considera exitosa la medida, pero en San Cristóbal, capital de Táchira, la contracara era el descontento de muchos ciudadanos que hacían filas para depositar o canjear billetes de 100 en el plazo de tres días que permite el gobierno.
“Esto es una burla. No reciben los billetes en ningún lado”, dijo Marisol Rangel, de 36 años, en una larga cola frente a un banco.
El cierre de la frontera también afecta a quienes cruzaban hacia la ciudad colombiana de Cúcuta para adquirir alimentos y medicamentos, en severa escasez en Venezuela. “Íbamos a Cúcuta a comprar unos productos que no se consiguen aquí y ahorrarnos unos bolivaritos. Ahora a ver con qué nos salen”, se quejó en una fila Carmen Hidaldo, profesora jubilada de 60 años.
En agosto pasado la frontera comenzó a reabrirse gradualmente tras permanecer un año cerrada por orden de Maduro por un ataque de presuntos paramilitares contra una patrulla militar venezolana.
Según organizaciones gremiales, los cierres fronterizos han golpeado duramente al comercio en el área.
“La situación ha sido crítica y medidas como ésta solamente la recrudecen”, declaró Daniel Aguilar, dirigente de la patronal Fedecámaras en Táchira, que sostiene que 70% de los negocios en la región han dejado de funcionar desde la primera clausura de pasos en agosto de 2015.
Colas en bancos y falta de billetes para comprar
Según los economistas y políticos no chavistas, la medida de Maduro es absurda y sin sentido, y ha convulsionado a los venezolanos, que ahora se encuentran sin efectivo para cubrir las compras navideñas y gastos ordinarios, sumando una penuria más a las ya existentes como la falta de comida y medicamentos y una inflación galopante, que el FMI estima de 720% al finalizar el año.
Fuera de la capital, la situación se agrava por las medidas anunciadas. En Mérida un venezolano que se reservó su identidad comenta en las redes que había guardado unos 400.000 bolívares en billetes de a 100 (unos 200 dólares al cambio paralelo) para pasar la Navidad con su familia. “Ahora qué voy a hacer con esa cantidad de dinero que los comercios no aceptan y el peligro de depositarlos en la agencia bancaria”.
En Caracas la situación no es menos complicada pero se dispersa porque hay más agencias bancarias. Pero las colas son kilométricas y la gente se gasta entre tres y cuatro horas por persona. En el Banco de Venezuela las empleadas de las cajas tenían montañas de billetes de a 100.
Lo absurdo es que la gente se había aprovisionado de estos billetes para tener en efectivo en las Fiestas, pero con el anuncio de Maduro, todo vuelve atrás. Hay que devolver ese dinero. Es como un “corralito de bolívares”, que el gobierno culpa a la “guerra de las mafias” en Colombia.
El billete de 100 -el más utilizado debido a la alta inflación- conforma el 48 por ciento de la moneda en circulación en el país.
El billete de 100 bolívares tiene un cambio oficial de US$ 0,15 (lo que vale un caramelo), pero en el mercado negro del dólar solo alcanza US$ 0,02.
Fuente: CC