El teatro griego Juan Pablo II se ubica en el corazón del parque Agnesi, en el oeste de la ciudad de San Martín y desde enero, la zona inferior, previa al sector de gradas está en medio de un proceso de obras con el que la comuna busca aumentar la capacidad de público.
El estadio fue construido en 2005, cuenta con 18 enormes gradas donde se ubica la gente y desde entonces ha sido sede de los espectáculos artísticos más importantes del departamento y también de las vendimias de San Martín.
El lugar tiene capacidad para algo más de 20.000 personas y con las obras iniciadas a comienzos de año, el proyecto apunta a por lo menos duplicar esa cifra. Por este motivo y dado que difícilmente los trabajos de parquización se terminen a tiempo, la comuna decidió que este año y por primera vez desde 2005, la Vendimia departamental que se realiza el domingo 16, se traslade a otro escenario, posiblemente en el kilómetro cero, frente al municipio.
El teatro griego Juan Pablo II cuenta con 18 gradas -la más alta con una extensión de 138 metros- que van descendiendo paulatinamente y a lo largo de 102 metros, hasta llegar al lugar en el que se monta el escenario. En su construcción no se utilizó cemento y el uso exclusivo de palos, tierra y césped le dan al lugar un estilo muy natural, que es su sello distintivo en la región.
Sin embargo, en la base del teatro griego hay una vieja laguna de hormigón con forma de trébol de tres pétalos, que fue construida en los años 70. El mediocre trabajo en la construcción de la laguna artificial hizo que a los pocos años se abandonara el llenado del espejo de agua, por los constantes filtrados que mostraba y así, abandonado, sin uso y con el hormigón cada vez más resquebrajado.
En uno de esos enormes pétalos, en el que se ubica más cerca del teatro griego, es en donde se monta habitualmente el escenario previo a cada evento, pero esta situación tiene dos graves inconvenientes: por un lado y al no poder retirar unos metros al escenario del teatro griego, limita la cantidad de público a unas 20.000 personas que son aquellas que se ubican en las gradas.
Lo segundo es que con cualquier lluvia, la laguna artificial se cubre de agua, lo que obliga generalmente a suspender cualquier espectáculo en curso: ocurrió por ejemplo en 2013 con el festival Bonarda que organizó la comuna y también hace algunos años hubo que suspender un recital de Divididos, porque el agua acumulada en la base del escenario hacía peligrar la seguridad de quienes estaban arriba. Lo que decidió entonces la comuna es remover los 16.000 metros cuadrados de la laguna artificial, nivelar todo el lugar con camionadas de tierra y parquizar para que el nuevo predio se integre de forma natural con el teatro griego.
"El hecho de que desaparezca la laguna de hormigón, nos va a permitir en los casos necesarios, correr hacia atrás el escenario y separarlo de las gradas del teatro griego todo lo que haga falta", explicó el titular de Obras Públicas, Darío Álvarez y completó: "Esta posibilidad nos permitirá sumar capacidad de público según la necesidad, que se ubicará a los pies del teatro griego, donde estaba la laguna".
Los trabajos se realizan con maquinaria municipal y la ayuda de algunos camiones de Vialidad. Para tapar la laguna, han sido necesarios unos 20.000 metros cúbicos de tierra, es decir más de 3.300 camionadas.
