La Vendimia, cabal ejemplo del esfuerzo de los mendocinos

Como todos los años, miles de turistas nos visitan para disfrutar de la Fiesta Nacional de la Vendimia, uno de los eventos turísticos, artísticos y culturales de Mendoza más reconocidos internacionalmente.

La Vendimia, cabal ejemplo del esfuerzo de los mendocinos

La fiesta vendimial es propicia para que quienes llegan desde otros puntos del país y del exterior no sólo disfruten de la tradicional hospitalidad mendocina durante su estadía, sino para que, además, puedan comprobar un modo de vida tan especial como el nuestro y alcancen a conocer la cultura del trabajo que forjó a esta provincia y la hizo grande en la Argentina en base al esfuerzo de cada uno de sus habitantes.

El mendocino tuvo como ejemplo de esfuerzo y de grandes desafíos nada menos que al general José de San Martín. Fue aquí donde el Padre de la Patria conformó el Ejército de los Andes e ideó la estrategia para la liberación definitiva de la Argentina, Chile y Perú. Mendoza dio sus hombres y gran parte de sus bienes para alcanzar la victoria definitiva de la gesta libertadora.

A partir de este recordatorio histórico verdaderamente funcional, nuestros queridos visitantes deben saber que todo el verde que pueden observar en calles, paseos, viñedos y otras zonas sembradas es producto de la paciencia y perseverancia de hombres y mujeres que cuidaron que cada vegetal tuviese la cuota de agua diaria necesaria para poder subsistir y dar frutos.

Es que en Mendoza el agua de lluvia no alcanza para sostener la producción o regar árboles y plantaciones rurales. Sin embargo, la templanza de nuestra gente en contacto con la tierra permitió aprovechar al máximo el agua de los deshielos de las cumbres andinas para crear los llamados oasis productivos, distribuidos a lo largo y a lo ancho de nuestra superficie provincial. Es bueno saber que Mendoza ha sido y es próspera con sólo un poco más del 3 por ciento de su desértica superficie cultivada.

Esta fiesta grande, que anoche tuvo su momento culminante en el Teatro Griego, fue pensada, precisamente, para homenajear a nuestra vitivinicultura, de cuya mano creció y se hizo grande Mendoza. Una actividad que supo nuclear por igual a bodegueros, productores y trabajadores de la viña. Por eso es y será la industria madre de esta provincia. Su impulso fue determinante.

Pero la Mendoza de hoy no es pujante sólo por sus vinos. Se desarrolla aquí una importante actividad olivícola, con productos de enorme calidad que trascienden holgadamente el mercado local, lo que llevó a que el aceite de oliva mendocino haya logrado implementar, como los mejores vinos, su denominación de origen. Una labor muy ligada a la vitivinícola por esa presencia protectora del olivo junto al frágil viñedo.

Y las frutas (manzanas, duraznos, damascos, etc.) también tienen su cuota meritoria en el buen nombre de la provincia por su calidad, producto de la amalgama de un clima apacible y la amplitud térmica justa en los veranos de días cálidos y noches frescas. El ajo, la papa y otros productos completan la fortaleza económica de nuestra Mendoza, de enorme incidencia en el funcionamiento del corredor comercial internacional que une al Atlántico con el Pacífico. La provincia es puerta de salida a través de Chile de gran parte de la producción argentina y brasileña hacia destinos asiáticos.

Lamentablemente, viñas, olivos, frutales y demás producciones agrícolas suelen ser víctimas de tormentas veraniegas o fuertes heladas invernales, que acosan a quienes se atreven a desafiar al desierto, transformando rápidamente en sueños un largo período de esfuerzo. En ese caso, el volver a empezar es inevitable y marca otra de las características del esfuerzo del mendocino. Es otra respuesta a quienes siguen preguntando por qué en Mendoza se llegó a este presente siempre próspero, más allá de los lógicos vaivenes que marcan las ocasionales medidas políticas y económicas.

Que esta Vendimia 2014 también sirva para revalorarnos a los mendocinos y permitirnos insistir con las características de nuestra identidad, que siempre nos distinguieron en el concierto de las provincias argentinas y nos hicieron sentir orgullosos de nuestras raíces: el respeto, la amabilidad, la hospitalidad, la limpieza, la búsqueda de consensos, la aceptación del disenso y la virtud de no sentirnos los mejores, sino de ser felices simplemente por lo que somos.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA