Confirmado: hay 37 mil hectáreas de viñedos afectadas por contingencias climáticas (granizo y heladas) en Mendoza. Si bien a los peritajes de daños en las fincas le quedan varios días, de las 4.300 denuncias registradas se desprende que la mayoría de las unidades productivas son pequeñas, dentro de un mapa en donde la mayor afectación (23.800 hectáreas) la sufren los productores de la zona Este, con un 73% de mermas en algunos casos que los colocan en situación de acceder a la asistencia aprobada esta semana por el decreto de Emergencia (más del 50%) y Desastre Agropecuario (más de 80%).
Al respecto, el Gobierno confirmó que aportará $ 25 millones a los productores vitícolas, que llegará a $ 30 millones con una contraparte de los municipios de San Rafael y Alvear (8.900 hectáreas con pérdidas y 1.300 ya constatadas).
"Se ha peritado alrededor del 20% de la superficie denunciada. Buena parte hasta aquí ni siquiera puede considerarse en emergencia, pero en algunas zonas como Santa Rosa el daño es mayor. La ayuda va a llegar a todos, hay que tener paciencia hasta completar el relevamiento", señaló Oscar Astorga, titular de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas.
Por oasis, la secuencia de la DACC muestra que al Este se suman 1.360 hectáreas del Valle de Uco (137 denuncias), con daños de entre 38 y 44%, junto a otras 2.200 en el oasis Norte (141), con 45%.
Lobesia: hasta un 50%
El caso de la polilla del racimo (Lobesia botrana) compite con granizo y heladas entre los temores de los viñateros. Y si bien la superficie atacada por la plaga se superpone a las contingencias porque en gran parte sobreviene en condiciones de humedad, desde Iscamen confirman que de las 140 mil hectáreas en estado de cuarentena, en 55 mil hectáreas se detectaron daños de hasta el 50%.
Según Guillermo Azin, coordinador del programa de Control y Erradicación por Iscamen, "con recursos de Nación, Provincia y los privados alcanzamos a tratar 34 mil hectáreas con químicos y feromonas de confusión sexual que bajaron los niveles de captura, lo cual es alentador. Lo desalentador es que en 2017 vamos a trabajar con zonas con presión baja, donde los productores no saben lo que es convivir y por lo tanto desconocen el daño y la importancia del tratamiento".
El análisis de Azin refiere parte del Sur, y muestra que la presión de la plaga es media-baja en Valle de Uco, con distritos de alta como La Arboleda y Zampal. Y mucho más fuerte en plena zona Este (Barrancas, Medrano, Barrial, Chapanay, Palmira). No obstante, el experto aclara que recién en esta campaña empezará a cuantificarse el daño real. Y que no puede uniformarse una estimación.
“Es casi un mosaico, que va de 3 al 35% o más. Será importante determinar el umbral de daño para para tomar mejores decisiones en la estrategia de control”, consignó Azin, para quien, junto al daño directo “está el de la presencia del insecto, en términos de costos para el productor”.