“Se adelantó la cosecha”, “se corrieron las tintas”, “las heladas afectaron mucho más de lo esperado”, “no repuntan los rindes en las criollas”, “no quedaron varietales tintos en el Valle de Uco”, “todos quieren aspirant”; es probable que quienes estén en el negocio del vino hayan escuchando alguna de estas frases, junto con otras estimaciones diversas, durante la última semana.
Es que con los primeros camiones llegando a las bodegas y un mercado de precios incipiente, donde algunos jugadores salieron fuerte a pelear por uvas de alto contenido de color, las especulaciones están a la orden del día.
Sin embargo, a diferencia de otros años en que los productores entregaban las uvas sin precio a los industriales, este año, a falta de stocks, la balanza parece inclinarse a favor de los productores.
Ya hay algunos números dando vueltas; no obstante, las bodegas son cautas ya que con la baja en las ventas y aumento en los costos, los interrogantes sobre la comercialización final quedan todavía sin respuesta.
El INV en diciembre estimó una cosecha total para Argentina con un piso de 20.170.500 quintales. Desglosado por provincia: el año pasado en Mendoza se cosecharon 10,1 millones de quintales, mientras que para este año se espera levantar como mínimo 13,8 millones de quintales, lo que implica un aumento de 35%.
En tanto, se espera que en San Juan la cosecha sea menor ya que en 2016 se cosecharon 5,8 millones de quintales, mientras que este año se espera cosechar como piso 5 millones de quintales, 13% menos que la temporada anterior.
Los empresarios arrancaron la temporada ofreciendo los valores del año pasado (ver aparte) para de allí analizar qué sucede en el mercado y cuál es realmente el volumen de uva con lo que se cuenta.
En este sentido fue Daniel Pi, chiefwine maker de Trapiche (Grupo Peñaflor), quien indicó que “en principio vamos a trabajar con los precios que se pagaron el año pasado y de allí veremos cómo se mueve el mercado”.
Pi agregó que “nuestras previsiones son coincidentes con las del INV. Recién ahora estamos trabajando con avances de espumantes como por ejemplo chardonnay. Hay que esperar a ver qué pasa, pero en principio el volumen es superior al del año pasado”.
Por su parte, Pablo Asens, presidente de la específica de Vitivinicultura de la Cámara de Comercio de San Rafael, señaló que los precios están moviéndose en función de lo que sucedió el año pasado.
“En principio, las bodegas grandes en San Rafael van a pagar lo mismo que el año pasado: entre $ 2,80 y $ 3 para las criollas. El chardonnay para base de espumantes que ya se está cosechando está a $ 7 el kilo y el chenin blanc para base de champán a $ 4. Las bodegas están muy cautas con respecto a la cantidad de uva que van a comprar, porque de alguna forma están preocupadas por la caída de las ventas”, indicó Asens.
En tanto, para Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, el escenario de precios todavía no está definido.
“No hay un precio determinado ni cierto. Si bien se ha empezado la cosecha, hace dos semanas atrás para base de espumantes, lo cierto es que se está moviendo todo muy tranquilo”.
Además agregó que “hay muchos chardonnay que con el calor se les disparó el grado por lo que tenido que ser dejados para vinos tranquilos”.
Para las criollas, referentes de la zona Este, hablan de que ya se viene trabajando con un precio base entre $ 2,80 y $ 3, situación de desprende de lo que mosteras tienen planeado ofertar por la uva con destino a jugo concentrado de uva.
Sin embargo, los productores no parecen estar conformes con los precios y desde la Asociación de Viñateros Independientes de San Juan se impulsará el agrupamiento de productores para realizar, en conjunto, ofertas de las distintas variedades de uva a las bodegas elaboradoras.
Con este mecanismo se tratará de lograr un mejor precio para el viñatero, que individualmente no tiene peso ante la concentración que hay en la industria.
En los últimos 10 años, la zona Este ha sido la más afectada por el granizo
Un reporte de la Dirección de Contingencias Climáticas (DACC) analiza que el oasis con más siniestros con granizo en la provincia, en los últimos 10 años fue el oasis Este con un total de 314 siniestros que representa un 38% de los siniestros ocurridos.
Dentro de esta zona que incluye los departamentos Junín, La Paz, Rivadavia, San Martín y Santa Rosa, el departamento en el que ocurrieron más eventos con granizo fue San Martín con 31.819 hectáreas fueron afectadas con el 100%.
El segundo oasis más afectado por granizo fue el Norte con 229 siniestros con granizo, que representan un 29% sobre el total de siniestros con granizo en los últimos 10 años.
En esta zona que incluye a Guaymallén, Lavalle, Las Heras, Luján de Cuyo y Maipú, el departamento en el que ocurrieron más eventos con granizo fue Maipú con 9.718 ha afectadas al 100% en los últimos 10 años.
El tercer oasis afectado por granizo en los últimos 10 años fue el Sur con 171 siniestros con granizo, que representan un 21 % sobre el total de siniestros con granizo en los últimos 10 años. Dentro de este oasis que incluye a San Rafael y General Alvear.
El departamento en el que ocurrieron más eventos con granizo fue San Rafael con 30.306 ha afectadas al 100% en los últimos 10 años.
El cuarto oasis afectado por granizo en los últimos 10 años fue el Centro con 109 siniestros con granizo, que representan un 13 % sobre el total de siniestros con granizo en los últimos 10 años.
Dentro de esta zona que incluye los departamentos Tunuyán, San Carlos y Tupungato. El departamento en el que ocurrieron más eventos con granizo fue San Carlos con 4.831 ha afectadas al 100%.
El director de la DACC, Oscar Astorga, sostuvo que “la base de este análisis nos sirve para decidir las acciones futuras y ejercer políticas que mejoren el sector productivo de la Mendoza.
A su vez nos ayuda a reafirmar que los tres pilares para la protección de la producción agrícola son: lucha antigranizo, tela antigranizo en los cultivos y el seguro agrícola.