Hasta ahora se lo conocía sobre todo como el motor de precio más económico para los coches pequeños, pero la pelea contra el peso y contra los límites de emisiones de CO2 ha hecho que el propulsor de tres cilindros haya dado el salto al segmento medio e incluso a los deportivos, al menos es la tendencia que se percibe en Europa.
Al arrancar suena como un motor mayor, pero lo que hay dentro de un BMW i8 no es un diez ni un 12 cilindros, sino uno de apenas tres con 1,5 litro. Que pese a todo el superdeportivo alcance los 231 caballos, los 250 km/h de velocidad y pase de cero a 100 km/h en sólo 4,4 segundos se debe a que el motor no trabaja solo.
El i8 dispone también de un turboalimentador y de un motor eléctrico de 131 caballos. Es un bólido plug-in híbrido. Esta tecnología de incluir un motor de apenas tres cilindros en un deportivo es aún una excepción, pero es una tendencia creciente.
El motor económico para coches pequeños como el Smart, el Toyota Aygo o el Volkswagen Up se verá cada vez más en vehículos de mayor tamaño. “Las ventajas en cuanto a peso y emisiones de CO2 son tan grandes que merece la pena despedirse del viejo orden y de la clásica cuenta de cilindros para determinar la potencia”, afirma la ingeniera de BMW Heidelinde Holzer, que promete avances sin concesiones: “La potencia y el momento de giro de los tres cilindros han alcanzado desde hace tiempo un nivel que antes relacionábamos con motores de cuatro y seis cilindros”.
En este contexto, los tres cilindros en combinación con alguna forma adecuada de hibridación son más que imaginables pronto en el segmento más alto, dice el profesor especializado en maquinaria de combustión, Stefan Pischinger.
Este desarrollo lo lanzó el fabricante estadounidense Ford con sus motores EcoBoost, entre los que hay uno de tres cilindros con un litro. Al principio sólo se usaba en los modelos pequeños, pero luego se incluyó en el Ford Focus, del segmento compacto, con 125 caballos.
El ascenso del pequeño motor no para. "Cuando llegue el nuevo Ford Mondeo seremos el primer fabricante en aplicar los tres cilindros en el segmento medio", afirma Hartwig Petersen, portavoz de Ford.
En BMW tampoco se queda sólo limitado al i8 sino que salta igualmente a otros segmentos, incluidos los de mayor volumen. Se comenzó hace poco con el Mini y seguirá en unos meses con la Serie 2 Active Tourer, en el que aportará con su 1,5 litro de cilindrada, 136 caballos.
Los ingenieros ya piensan en sumarlo a la Serie 3 y a la 5, aunque de momento el presidente de la junta directiva, Norbert Reithofer, lo descarta. "No habrá un motor de menos de cuatro cilindros en la Serie 5", dijo a la revista alemana especializada "auto motor und sport".
Poco a poco, otras marcas han descubierto sus ventajas. Volkswagen ha usado para el renovado Polo (Europa) una familia de nuevos motores diesel y de gasolina de tres cilindros. “También usaremos el tres cilindros en el Golf”, dijo el jefe de desarrollo, Heinz-Jakob Neusser, en referencia a una variante turbo con un litro de cilindrada y al menos 110 caballos. Al igual que Ford con el Focus, también Peugeot cocina el 308 con tres llamas.
Otra marca premium como Mercedes está dispuesta a entrar en el juego. El motor, usado únicamente en el pequeño Smart, podría tener su oportunidad a medio plazo en las Clases A y B, según el director de las series, Jörg Prigl. Su colega Michael Krämer, responsable de la Clase C, no quiere descartar un tres cilindros en su serie a largo plazo, pero asegura que no hay aún planes concretos.
Menos fricción, menos peso, menores costos y misma potencia: esto es lo que hace del tres cilindros un motor pequeño con un gran futuro, dice el profesor Pischinger. “Cada vez se conseguirá más potencia con menos cilindrada, lo que podría acelerar el éxito de los tres cilindros”, afirma el experto. “Se van a convertir en ‘mainstream’ y serán pronto el motor estándar en los segmentos compacto y medio”, prevé.
