El gobierno de San Juan aseguró ayer que quedan “mínimos vestigios” de cianuro tras el derrame ocurrido por la rotura de una cañería en la mina Veladero de la localidad de Jáchal, donde vecinos pidieron a la Justicia penal que investigue e informe “lo que ni el gobierno municipal ni el provincial dicen” sobre el hecho.
El gobierno nacional, por su parte, exigió que se “solucione rápidamente” la situación y advirtió que la contaminación “no debería llegar” a la población.
El secretario de Gestión Ambiental y Control Minero de San Juan, Marcelo Ghiglione, aseguró que el río Las Taguas “ya está limpio” y sostuvo que en el río Potrerillos “hay mínimos vestigios, de entre 0,03 y 0,07 partes por millón de cianuro”.
El funcionario dijo a la prensa local que “ya pasó el problema” y explicó que “en menos de 48 horas se negativizó el contenido en el río Las Taguas”. “Así que su agua es apta para la vida humana y acuática”, manifestó el funcionario, y expresó que en el otro curso de agua comprometido por el derrame ocurrido el domingo “queda muy poco excedente. Hay que tener en cuenta que en él la medición más alta fue de 5 partes por millón. Eso midió después del incidente”.
Ghiglione afirmó que no se encontraron “especímenes de fauna muerta” afectada por el derrame y sostuvo que “tampoco flora que haya sufrido daño”.
El funcionario dijo que se realizaron tareas de limpieza, “como recoger algún resto de hielo que esté cerca del derrame y se lleva al valle de lixiviación”, donde se depositan todos los desechos de la mina.
Ghiglione expresó que “durante unos 40 minutos falló una cañería de transporte de solución cianurada”. Manifestó que fue contenida por los piletones de contingencia que rodean la cañería y afirmó que a raíz de la nieve y el hielo acumulado en la zona se produjo el desborde “en una pequeña cantidad”, que no precisó.
Pero el dirigente de Jáchal, Diego Seguí y el abogado de la Fundación Ciudadanos Independientes de San Juan (Fuci) Marcelo Arancibia, presentaron un escrito ante la Justicia penal del departamento para que investigue e informe lo que “ni el gobierno municipal, ni el provincial dicen” sobre el incidente.
El escrito está basado en los dichos del Ghiglione, que “reconoció que los efluentes fueron derivados al río las Taguas”, dijo el vecino de Jáchal, candidato a diputado provincial por el Frente Progresista. “El ánimo de la denuncia es esclarecer lo que ni el gobierno provincial ni municipal han hecho por tranquilizar a la gente. No se trata de creer o no creer. El pueblo de Jáchal quiere más información y él (Ghiglione) la tiene”, sostuvo Seguí.
En tanto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, exigió que se “solucione rápidamente” el derrame de cianuro y advirtió que “no debería llegar a la población de ninguna manera” la contaminación. “El tema tiene que repararse rápidamente. Estas tareas se hacen en un lugar muy particular y no deberían llegar hasta la población de ninguna manera”, manifestó el funcionario nacional.
Fernández dijo que “para la separación del material común se utiliza lo que se conoce como ‘cola de cianuro’, y esa separación garantiza que no pueda haber pérdida”, y aseguró que “el trabajo es muy fuerte para que eso no suceda”.
La empresa canadiense que explota la mina de oro, Barrick Gold, había reconocido el lunes en un comunicado que se produjo “un incidente derivado de la rotura de una cañería que conduce solución cianurada” en la mina Veladero, ubicada en la cordillera a 350 kilómetros de la ciudad de San Juan.