La madrugada del 22 de marzo de 2009, el cabo primero Norberto Salvador Salazar (50) participó de la búsqueda de dos personas que habían matado a un joven en el barrio San Martín. Los policías detuvieron a un auto que nada tenía que ver y Salazar habría golpeado brutalmente a uno de los jóvenes.
El procedimiento policial fue tan irregular que ningún uniformado quería firmar el acta correspondiente cuando llegaron a la comisaría.
"Hicieron todo mal. El golpe me dolió pero lo que más me molestó fue que me inventaran una causa sin saber por qué", dijo el denunciante, Víctor Manuel Gastaldo.
Ayer el policía -hoy jubilado- comenzó a ser juzgado por vejaciones y lesiones leves en la Primera Cámara del Crimen. Allí, tanto el uniformado que formó parte de los Cuerpos Especiales como "mediador", como la víctima, un empleado de un lavadero, dieron su versión de los hechos.
El joven Gastaldo contó al tribunal que el 22 de marzo de 2009, cerca de las 2, salió del barrio Unidad (cerca del barrio San Martín) con sus amigos y se dirigían al Parque San Martín, cuando fue interceptado por un móvil policial.
"Bajamos del auto y nos tiramos al piso. Los policías nos insultaban y nos decían que no los miráramos. Uno le pegó a un amigo y cuando miré, me pegaron una patada en la nuca, me golpeé contra el piso y me desmayé", contó el muchacho.
Luego explicó que un móvil policial lo llevó hasta la comisaría Quinta, donde se descompuso y por eso fue llevado hasta el hospital Central y le diagnosticaron una fisura en el tabique nasal.
Después fue trasladado hasta la comisaría Sexta, donde permaneció 13 horas detenido hasta que le dijeron que tenía una causa por resistencia a la autoridad.
"Un oficial me dijo habían matado a alguien en el barrio San Martín y que se habían confundido. Yo le dije que los iba a denunciar", contó el joven.
Por último el muchacho indicó que en la rueda de reconocimiento señaló a Salazar a pesar de que en ese momento lucía pelo largo y barba. "Cuando me golpeó le vi la cara. Era canoso y tenía bigotes", afirmó
Una versión diferente
Lo más llamativo de la declaración del policía Salazar fue que su versión de los hechos no se pareció en nada a la que figura en el expediente.
El cabo jubilado sostuvo que la noche de la golpiza estaba patrullando en una camioneta, cuando desde el CEO le comunican que los sospechosos de un homicidio se escapaban en un Fiat 128 celeste.
Al ver un auto de este tipo, comienza a perseguirlo pero lo perdió de vista. Luego vio que otro móvil los ha interceptado.
Tras la detención de los cuatro, les indicaron que llevaran a dos en la camioneta en la que se desplazaban.
"Hicimos unos 200 metros y uno se empezó a quejar. Tenía sangre en la cara. Me dijo que cuando lo detuvieron un policía se le había caído encima y lo había golpeado", afirmó el imputado.
También contó que él mismo custodió a la ambulancia que trasladó al herido al Central, aunque el joven golpeado afirmó que nunca lo vio en el hospital.
El juicio tendrá su continuidad hoy, cuando declaren algunos testigos.
