Los vecinos de la villa El Challao están firmes y aseguran que así permanecerán hasta que logren su cometido: que se declare al lugar como una reserva paisajístico - cultural.
Por este objetivo vienen trabajando y empujando desde 2011, con iniciativas y estudios científicos de por medio, y saben que para ello es fundamental frenar el crecimiento desmedido de la urbanización y que tanto el municipio de Las Heras como la Provincia tomen cartas en el asunto ya que -aseguran- son muchos los descuidos que se tienen en la zona.
"Es todo un trabajo de identidad que hemos hecho. La villa de El Challao tiene todo para ser declarada un área protegida y que, incluso, se le pueda dar un uso turístico. Pero para eso es necesario que dejen de construir sin freno. Los boliches hacen que un viernes o sábado a la noche haya 20 decibeles más de lo que hay normalmente y eso es mucho, si se tiene en cuenta que en sólo cinco decibeles el estímulo para el oído es como si hubiese 80 veces más de ruido. Necesitamos que la Municipalidad nos dé una respuesta, ya sea por el sí o por el no, pero conteste", acusó Brenda Junín, presidenta de la Fundación Pedemonte.
Además destacaron el gran valor arqueológico, paleontológico y mineral del lugar.
Conjunto
Luego de que en el año 2011 los casi mil habitantes permanentes de ese parador del pedemonte presentaran su estudio "La identidad de la Villa El Challao", comenzaron a articular su trabajo de investigación y promoción.
Quienes tomaron la posta fueron la Fundación Pedemonte y la asociación vecinal del lugar y ellos fueron los encargados de organizar reuniones, asambleas y de impulsar distintas iniciativas para que -de una vez por todas- logren retornar a la tranquilidad que alguna vez acompañó al lugar.
Como parte de esa campaña, desde marzo organizan una asamblea mensual en el parador de información ubicado sobre calle Regalado Olguín, al ingreso de la villa, y ayer celebraron la cuarta. En cada una de ellas, con un tópico como eje, se refieren a las distintas necesidades y aspectos que consideran importantes del lugar con miras a protegerlo o buscar que no se lo siga impactando.
"La primera fue la 'Asamblea por el silencio' y ahí se hizo mucho hincapié en la contaminación sonora. Cuando empezamos el informe encargamos un estudio de contaminación sonora y los resultados fueron abrumadores: de entre 39 y 43 decibeles que se registran en las noches de un día de semana pasamos a 59 en la zona de los boliches. Y los fines de semana no debería subir más de cinco decibeles el registro por sobre el nivel que tomamos como base", comentó preocupada Junín.
Justamente estos primeros resultados fueron los que motivaron el tópico de la segunda reunión, ya con la idea de pedir que se declare reserva. "Fue para conocer nuestros derechos y explicar qué normativa nos protege. Porque nosotros hicimos una presentación a Fiscalía de Estado denunciando que los boliches y locales de esparcimiento nocturno iban en contra de la ordenanza 136/97 referida a que no se puede construir este tipo de locales en lugares que no han sido impactados. Y hace algunos días nos enteramos que la Municipalidad considera que toda la zona está impactada, por lo que las habilitaciones son correctas. No es sólo un tema del sonido lo que nosotros planteamos, sino que es una zona ambiental en la que se construye", destacaron los vecinos reunidos ayer.
En mayo, en tanto, la excusa del encuentro fue avanzar en una gestión sustentable para el lugar y se centraron en el agua del lugar. Algo similar a lo que sucedió ayer.
"Mandamos a hacer un estudio del agua que hay en la zona y compartimos entre todos los resultados, que nos sorprendieron muy gratamente. Porque es apta para consumo y está mineralizada, sulfatada y es magnésica. El agua es la variable con la que podemos presionar para que se declare como área protegida y de gestión saludable. De ese modo se pondrán límites en las construcciones, deberán ponerse medidores y nichos petrificantes, además de darle un uso turístico. Cuando lo comentamos a la gente del Ministerio de Turismo nos dijeron que primero se necesita acuerdo municipal", agregaron Brenda Junín y la presidenta de la asociación vecinal Villa El Challao, Liliana Rodríguez.
Los vecinos están gestionando una reunión en el Concejo Deliberante para exponer los resultados del Instituto del Agua.
Ordenamiento territorial
El aluvión de 2007 fue muy duro con los vecinos de El Challao, ya que las lluvias y la crecida en los cauces arrastró con todo a su paso. "A mí me llevó algunas cosas de la parte de atrás, bombas y otro equipo", se explayó Doña Chicha, una de las vecinas más reconocidas de la zona.
Los vecinos son conscientes de que están en una zona aluvional, y eso es lo que más les preocupa. No tanto por sus casas, que ya llevan décadas en el lugar, sino por los barrios y emprendimientos que van creciendo en tiempo récord en el lugar. Como si en lugar de construirlos, los hubiesen plantados allí.
"Además de querer seguir un modelo de autosustentabilidad, hemos hablado de un plan de contingencias para disminuir nuestras vulnerabilidades. Para evitar que se repitan los desastres cuando haya tormentas y para que el agua se distribuya de manera más equitativa, porque muchas veces hay un consumo desmedido de los barrios de más arriba y casi no nos queda", explicó Rodríguez.
"Sabemos que hay una presión inmobiliaria feroz sobre esta zona. Y nosotros no pedimos que no se construya, sino que se controle, se modere y se cumpla la ley de ordenamiento territorial. No puede ser que a una provincia que lucha por ser turística se le escape un producto tan maravilloso que está a sólo seis kilómetros de la Ciudad", expuso a su turno Antonio Gutelli, otro de los vecinos que participó de la reunión. Además el hombre se detuvo en la importancia arqueológica y paleontológica del lugar. "Acá hay un acueducto colonial y que lo están tirando como si fuesen plenos ladrillos", advirtió.
Los vecinos destacaron que el estudio comenzado hace dos años (y que está plasmado en un extenso cuadernillo) ya fue entregado a la Municipalidad de Las Heras, a la dirección de Recursos Naturales y a la dirección de Ordenamiento Territorial.
"Todavía no tenemos una respuesta concreta. El pedido es simplemente que los derechos colectivos primen por sobre los individuales. Y queremos saber si vamos a tener que seguir poniendo plata de nuestro bolsillo para hacer todos los estudios y que después no se haga caso y pase todo por encima", sentenció Junín.