Vecinos de Las Heras salvaron a un perro de quedar destrozado cuando era atacado por una patota de adolescentes que lo torturaban a palazos y pedradas. Ocurrió ayer por la tarde, cuando un grupo de niños vio la escena y avisó a sus padres.
Al salir a la calle, los familiares de los chicos se encontraron con un cuadro por demás lamentable: una barra de por lo menos tres personas –aparentemente de unos 13 años- estaban golpeado con una piedra y un palo en la cabeza al animal.
Al ver que eran sorprendidos los atacantes se escaparon, pero dejaron al perro agonizando. Sin perder tiempo, las familias que intervinieron en el rescate se pusieron en contacto con Carmen Díaz, una vecina del barrio conocida por su tarea como protectora de animales.
Rápidamente se organizaron y trasladaron a “Duke” –así lo bautizaron- a una veterinaria, donde ingresó con un cuadro crítico y al borde de la muerte. Carmen, consternada por la brutalidad de la agresión, comentó a Los Andes: “Cuando lo rescatamos y vimos el estado en que lo habían dejado fue algo terrible, estaba destruido”.
Y agregó: “Esto va a seguir pasando si no se hace algo con los animales, sobre todo los que están en la calle sin dueños”.
El cuadro y su recuperación
Adrián Barón, veterinario de la clínica para animales Arrayanes -donde se encuentra Duke-, detalló el cuadro del perro: “El animal ingresó muy delicado, ya que recibió muchos golpes en la cabeza, además de cortes en el labio y sangrado. Ahora lo tenemos con medicación endovenosa. De todas formas ha mostrado signos de mejoría, por eso tenemos esperanzas en que salga adelante”.
Asimismo, Carmen Díaz aprovechó la ocasión para detallar las necesidades que tienen para costear el tratamiento y asegurarle mejores condiciones para cuando concluya su recuperación: “Muchas personas que se enteraron de este caso me ofrecieron ayuda costeando los tratamientos de Duke, por eso fueron personalmente a la veterinaria y aportaron algo de dinero".
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Pero necesitamos oraciones por él y, sobre todo, un hogar que pueda adoptarlo una vez que se recupere, una familia que le brinde cariño y afecto
porque no lo podemos dejar en el lugar de donde lo rescatamos”, concluyó.
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