Desde hace algo más de un mes que se ha inaugurado el hospital Santa Isabel de Hungría, en Villa Nueva, y los vecinos del área esperan que con su puesta en marcha mejore la zona de influencia del nosocomio.
El centro médico fue construido por el Sindicato de Choferes de Camiones (la inversión de comienzo de obra fue de $ 300 millones) y todos los afiliados a su obra social acceden al 100% de las prestaciones que brinda el complejo. Sin embargo se trata de un hospital de gestión privada, administrado y gestionado por una empresa que aporta el elenco técnico y profesional para una institución de alta complejidad.
Actualmente sus directivos están realizando convenios con obras sociales, prepagas y empresas de ART. El nivel de complejidad del hospital es de grado 4: está equipado para cirugías de alta complejidad, con proyección -próximamente- para la realización de trasplantes renales, cardiopulmonares, hepáticos y otros. En la maternidad, muy bien equipada, ya nacieron 4 niños.
Ubicado sobre la calle Pedro del Castillo al 2854, a pocos metros del cruce con Sarmiento, impacta la arquitectura de su frente e interiores y el volumen de construcción, ya que cubre 9.000 m2 en dos plantas, sobre la base de un terreno de casi una hectárea. Dispone de 120 camas de internación y 22 consultorios externos.
Otras coordenadas de ubicación son la proximidad con el Mendoza Plaza Shopping y el Hospital Humberto Notti.
En la actualidad ya se desempeñan 300 empleados, de los cuales 60% son médicos y otros profesionales de la salud (obstetras, nutricionistas, psicólogos, etc), además de personal de mantenimiento y apoyo. Pero, al cabo de un trimestre, el número de personal crecerá a 600. La dirección médica, en tanto, ha sido confiada al doctor Aldo Marcantonio.
La construcción de la enorme estructura del hospital tiene un adecuado concepto sobre el aprovechamiento de la luz del día, y dispone de jardines hacia la calle e interiores.
Promesa de más ventas
El lugar donde se levantó el Santa Isabel era hace algunos años, según personas que habitan en la vecindad, un descampado "riesgoso, mal iluminando", por lo que desde el punto de vista de la infraestructura y la urbanización hay cifradas esperanzas de que la zona mejorará.
Todavía se observan por las inmediaciones baldíos, tapiales y construcciones antiguas, algunas que no son sismorresistentes, en medio de establecimientos fabriles, algunos en servicio y otros cerrados, y viviendas en construcción.
“El área tiene todas las posibilidades de dinamizarse a partir de la radicación del complejo hospitalario”, dijo un operador inmobiliario, que prefirió expresarse desde el anonimato.
Pero en paralelo advirtió sobre los problemas futuros con el estacionamiento en las calles aledañas, debido a la entrada y salida de ambulancias, y una mayor afluencia de público sobre arterias con poca capacidad de recibir tanto movimiento. Y pese a que el hospital recién está empezando a funcionar, el viernes se observaban autos a ambos lados de su frente estacionados.
“Todavía todo es muy reciente, hay poca gente en movimiento, aunque creemos que (la instalación del nosocomio) será favorable para el barrio”, comentó Teresita Totola (25), a cargo de un minimarket ubicado a pocos metros de las nuevas instalaciones.
“Compramos la casa de casualidad hace 2 años y abrimos un quiosco, que tiene un poco más de ventas por las personas que concurren y los empleados que se cruzan”, relató por su parte María García.
Algo parecido opinó un comerciante joven, instalado también con un minimarket sobre calle Sarmiento. “Hace 2 años que esperábamos que abriera el hospital y por fin se dio, veremos qué pasa a partir de ahora”, fue el comentario de Ezequiel Distéfano.
Mónica Garay, una vecina sin negocio, aseguró que vive en el lugar desde hace 20 años, lo que le permite afirmar “que han hecho muy bien en instalarse por aquí. Ahora hay un bello edificio cuando antes teníamos un lote deprimente”.
Lo que aún no se ve en la zona es el desarrollo de comercios afines a la medicina, como por ejemplo farmacias u ópticas, como ocurrió en la Sexta Sección con la puesta en marcha del Hospital Universitario.
Quién fue Santa Isabel
El nombre del hospital tiene que ver con una princesa, Isabel, nacida en el año 1207 en Hungría.
Siguiendo los usos vigentes entre la nobleza medieval, fue prometida como esposa a un príncipe alemán de Turingia y educada en la corte, junto a los otros hijos de la familia condal.
Se casó a los 14 años con Luis IV, Landgrave o Gran Conde de Turingia, y tuvo tres hijos: Germán, Sofía y Gertrudis; ésta última nació cuando ya había muerto su esposo (1227), víctima de la peste. Ella tenía en ese entonces 20 años.
Isabel murió a los 24, en 1231 y fue canonizada por Gregorio IX en 1235. Un récord de vida intensa y entregada, para escalar la santidad más elevada y ser propuesta como ejemplo imperecedero de amor y entrega.