Generalmente los pozos de la trama urbana del Gran Mendoza se arreglan en un tiempo determinado: algunos más rápidos que otros. Pero, el pozo de la calle 2 de Mayo al 10.303, a unos 1.000 metros del cruce con Severo del Castillo, en Los Corralitos, Guaymallén, acredita un año de vigencia y es muy peligroso.
El gran socavón tiene las nada despreciables medidas de 4 metros de ancho por 3 m de largo y una profundidad que varía entre 50 cm y un metro y medio, porque ha quedado prácticamente unido a un canal cercano.
Los vecinos dicen que comenzó a gestarse a partir del 15 de febrero del año pasado. Así lo afirman los pobladores que residen en el loteo Oscaris, y el origen del problema se remonta a una excavación que realizó una empresa privada, contratista de la Municipalidad de Guaymallén, para efectuar el tendido de un importante colector cloacal con destino a la urbanización Las Cortaderas.
"Se abrió el hueco y por distintas razones que desconocemos, fue quedando sin que nadie se ocupara de cerrarlo", dijo Alberto Chávez, habitante de la primera casa del loteo, y directamente perjudicado por el foso. El joven vive con su madre, Flor Medina, y la humilde vivienda que ocupan ha tenido alguna afectación por la circunstancia narrada. En ocasiones, "la casa tiembla", narraron y agregaron que ya se trizó una pared.
Otros moradores del área, como Romina Lezcano y Mara Alastra, manifestaron que "pronto supimos que quienes debían atender el problema se 'tiraban' la pelota unos a otros. Hicimos reclamos ante la firma contratista, la Municipalidad de Guaymallén y la Dirección Provincial de Vialidad. Pero nada pasó, la realidad es que el pozo esta ahí, 'gozando' de buena salud".
La situación es que el área está comprometida por recurrentes inundaciones, y ahora agrega el contratiempo del gran hueco, que incluso en algún momento afectó el caño de agua que abastece al vecindario y que un particular terminó arreglando.
La calle afectada es la 2 de Mayo, de intenso tráfico desde Severo del Castillo hasta Reconquista, funcionando como una vía de conexión con la ruta provincial 20 y sus diferentes destinos. "Debido al intenso tránsito cuando 2 vehículos se enfrentan a la altura del pozo, deben tener mucho cuidado porque la calzada se ha reducido", explicó Oscar Murtelaro, chacarero que reside a 150 metros del problema.
También la comunidad del lugar refiere que ya hubo un incidente de tránsito: hace 2 meses un Renault 12 con una pareja y un niño a bordo se cayó al canal de desagüe que corre por el lugar, debiéndose el percance exclusivamente a la trampa en el terreno, que el conductor no pudo evitar.
Trascendió que el hombre habría iniciado una demanda por el daño sufrido en su unidad y por el riesgo que afrontaron su esposa, hijo y él mismo. Además, de noche la iluminación pública en el sector es muy pobre y como el obstáculo no está señalizado, quien no sepa de su existencia, correrá un alto riesgo de caer en la trampa.
Otros que sufren este problema son los transeúntes, especialmente los niños que van caminando a la escuela. Sin embargo, hay que señalar que con el hueco en el terreno o sin él, la calle 2 de Mayo ofrece pocas posibilidades a los caminantes, ya que casi carece de banquina. "No nos interesa demasiado quién tiene razón o a quién corresponde subsanar el daño.
Lo que queremos a la brevedad es la solución del inconveniente porque no se puede tener abierto un foso tan grande por tanto tiempo", fue otro comentario escuchado en el lugar. Por eso, y mientras no se proceda a subsanar el inconveniente, el vecindario solicita la colocación de cartelería avisando sobre el obstáculo.
En las reparticiones públicas supuestamente con responsabilidad en el caso, como Vialidad e Irrigación prefirieron realizar una inspección antes de emitir opinión. El municipio de Guaymallén respondió a través del secretario de Obras Públicas, Federico Sampieri.
Indicó el profesional que no tenía conocimiento de reclamos vecinales sobre el particular, pero comentó que cuadrillas de personal de su secretaría se iban a constituir en el lugar para evaluar qué se podía hacer, aunque aclaró que no es municipal la jurisdicción en el tema.
“Hemos planteado ante el Departamento General de Irrigación la necesidad de hacer una obra hidráulica que remedie las inundaciones que periódicamente sufre el área. No hemos tenido respuesta aún", declaró el funcionario. Dijo que la repartición se hará cargo de los arreglos, pero puntualizó que la situación tiene origen en las lluvias de febrero de este año y negó que acredite un año de existencia.
Los vecinos se mantuvieron en su posición y reiteraron que la rotura tiene más de 365 días. Exhibieron una nota en que hacían conocer la situación al municipio, con fecha de ingreso por mesa de entrada el 26 de setiembre de 2014 y que el pozo ya tenía varios meses.
