La inconfundible voz de Ricardo Robles, como en los entrañables días de radio, arengó la atención de sus vecinos. Sobre el techo de la camioneta bordó que conducía José Castellino, en un improvisado autoparlante a casette, las palabras del locutor convocaron a todos para salir a la calle.
A pocos metros, a paso de hombre, un camión -de alquiler-, fue símbolo del fin del abandono. Un grupo de habitantes del Barrio EPA, en Luján de Cuyo, decidió tomar el toro por las astas para poner punto final a quince días sin recolección de residuos.
"La inquietud nació de varios vecinos que no soportamos más vivir entre la basura que hay en las calles y canastos, con el foco infeccioso que ello conlleva", comentó Gustavo Ferro. El tesorero de la nueva comisión vecinal, que preside la señora Estela de Stella. agregó: "En la reunión semanal (el miércoles por la noche), por lo visto ya había varios miembros que por su cuenta habían hecho averiguaciones, como la solicitud de camiones recolectores en la Municipalidad de Godoy Cruz, contenedores en la Capital y presupuestos de camiones volquetes particulares, además de indagar sobre los espacios en donde está permitido dejar los residuos. Luego de expuesto el tema y de evaluarlo se aprobó por casi unanimidad".
Mientras las noticias sobre el intendente saliente Carlos López Puelles ganan relieve y centímetros en los medios locales por una gestión que termina de forma por demás caótica (entre acusaciones varias, conflictos gremiales y ausencia de prestaciones básicas municipales), en paralelo, en las calles del barrio, a un par de cuadras de la iglesia donde mora la Patrona de los Viñedos, una acción concreta (que se desarrolló durante la tarde del viernes y también del sábado) esgrime su perfil solidario.
Los vecinos, autoconvocados, fueron quienes se dispusieron a levantar los desechos y llenar el volquete, terminando con las montañas de basura, las moscas y todos los rastros de la putrefacción que reinaron -durante las últimas dos semanas- en el paisaje de esta barriada de casas bajas.
"Fue una fiesta para todos los vecinos", sostiene Dora James. "Se realizó un gran esfuerzo. Es por el bien de todos los vecinos. Es un gran impulso para mostrar que juntos podemos comenzar a cambiar esta realidad de abandono durante los últimos años", sostuvo la secretaria de la Unión Vecinal.
La labor parecía sencilla, los manzaneros fueron los encargados de recaudar fondos de colaboración para poder realizar la tarea.
En un primer momento, para completar la tarifa del alquiler del rodado. El camión -que trasladó los desechos hasta el basural municipal de Cacheuta- realizó dos viajes al punto de desbordarse. Al final del día, el Barrio EPA (recostado casi sobre el límite entre Godoy Cruz y Luján) había recobrado su imagen rutinaria.
Las bolsas se acumularon en las esquinas para facilitar el trabajo de los voluntarios que llenaron el camión. Ayer, con esperanza, se puso fin a una acción concreta y los vecinos no podían ocultar su satisfacción. Hacía mucho tiempo, habían pasado más de diez años, desde la última vez que la comunidad bregó por una causa común.
En las redes sociales, los mensajes no tardaron en aparecer. Un ejemplo fue lo escrito por Roberto Pino, quien en su muro destacó: "Emociona ver a mis vecinos juntando las bolsas de basura de nuestro barrio. Gracias Unión Vecinal, gracias vecinos. Este tipo de acciones renuevan las ganas de trabajar colectivamente por el bien de todos".
