Vecinos de la 1a Sección que residen en el flanco sur del Parque Central conviven con descampados y baldíos, y su aspiración es que esos inmuebles se conviertan en espacios útiles en beneficio del desarrollo urbano.
Los residentes del área se quejan por superficies abandonadas, en medio de buenas construcciones en propiedad horizontal y al lado del gran reservorio verde y recreacional que desarrolló el municipio capitalino hace una década. La mayor preocupación la concentra la gran manzana yerma de las calles Vendimiadores, 25 de Mayo, Juan Agustín Maza y Chile.
Otrora fue sede de una antigua industria de frío, fábrica de hielo y depósitos, que en el pasado giró bajo el nombre de Frigorífico de Uva Exportar SA, que dejó de trabajar hacia 1981.
La demolición de esas instalaciones fue una cruzada de varios años y finalmente se produjo a partir de 2011. Los propietarios de las viviendas del perímetro se entusiasmaron porque se habló entonces de la construcción de una torre de 11 pisos, un desarrollo inmobiliario que iba a realizar la constructora Danilo de Pellegrin SA. Ese fue el anteproyecto que el privado presentó a la entonces administración municipal de Víctor Fayad. Pero nada ocurrió.
Hoy el solar que cobijó a la vieja industria es terreno abierto, con escombros y un gran pozo abierto en el centro, sin cierre perimetral y una edificación en pie, donde se aloja un transformador de Edemsa.
"El lugar es peligroso y tenemos temor por una posible ocupación clandestina", comentó el doctor Javier Molina que vive enfrente. El profesional agregó que se han realizado contactos para determinar del destino final que tendrá el inmueble, sin resultados hasta ahora.
En los últimos meses del año pasado, la Municipalidad emplazó a los propietarios a derribar el cierre perimetral para evitar mayores riesgos, y aunque se quitaron los muros no se ha podido superar el factor inseguridad que genera el predio. Inclusive, hay un debate en la zona porque no pocos propietarios prefieren que el lugar estuviese totalmente cerrado, de tal manera que nadie pudiese ingresar.
Una joven ama de casa, Valentina, transmitió su temor porque "en ocasiones somos observados por desconocidos desde el descampado y ni salir a la vereda podemos".
En la Municipalidad de Capital conocen el tema y el flamante secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente de la comuna, arquitecto Mario Isgró, sostuvo que "el terreno no tiene mayores deudas con rentas", pero que por el carácter privado de la titularidad, las decisiones tienen que ser tomadas por sus propietarios.
En algún momento se habló de iluminar el sector e inclusive parquizarlo hasta que pudiera dar comienzo el proyectado emprendimiento inmobiliario, pero nada de eso ha ocurrido.
Graciela, otra pobladora, sostuvo que "nos conformaríamos con un cierre bien hecho para evitar que algunos desaprensivos tiren escombros o que merodeadores se 'refugien' en el terreno".
Por calle Chile, Miguel se mostró preocupado porque en ocasiones algunas personas jóvenes ingresan clandestinamente en la única construcción que quedó en pie, de la que se retiran con evidentes signos de haberse drogado.
Una casilla policial emplazada en Vendimiadores y Chile es ocupada, esporádicamente, por personal policial, pero a juicio de los residentes "la preocupación de esos efectivos es la vigilancia del Parque Central".
Otros manifestaron su preocupación por terreno de 4.000 m2 en calle Vendimiadores entre los números 601 y 603, al lado del complejo residencial Portal del Parque. Está cerrado por alambrado olímpico pero lleno de malezas. Elisa, integrante del consorcio del monoblock, contó que en algún momento se pensó que ese inmueble pertenecía a la estructura del grupo de departamentos y por ese motivo los consorcistas resolvieron invertir en su limpieza.
Posteriormente se enteraron que tenía dueño, aunque desconocen quién es, y por tal motivo conviven con el problema sin poder lograr una solución. El inmueble, que antiguamente fue del ferrocarril, hoy está cubierto de yuyales, 'morada' apta para roedores y alimañas.
Un espacio más que preocupa al vecindario es una franja de terreno de unos 700 m2, sobre El Parral al 2264, entre Vendimiadores y Salvador Reta, "un matorral en medio de edificios", como lo definió un almacenero de la zona.
Paseo ecuménico con Vía Crucis
Como un ejemplo de ocupación racional y destino útil de un predio baldío puede considerarse un proyecto que analizan el municipio de Capital y el Arzobispado de Mendoza.
El arquitecto Mario Isgró, titular de Infraestructura de la comuna, comentó que con la curia mendocina se analiza la utilización del terreno de 6.000 m2 de calles España y Maza, donde las autoridades religiosas tienen proyectado construir la futura catedral de Mendoza.
Mientras este último emprendimiento no pueda dar comienzo, la idea es desarrollar en ese espacio un parque ecuménico y escenario del Vía Crucis.
"De concretarse esta intención, tendríamos un circuito turístico que arrancaría en el Área Fundacional y se continuaría en el espacio proyectado, Parque Central y la Nave Cultural, entre otros hitos".
Como el equipamiento del lugar no sería muy costoso, no habría problemas en desmontarlo cuando se disponga comenzar con la construcción de la catedral.