El barrio SUTE de San Rafael, ubicado detrás del cementerio municipal, es un conjunto de casas del plan "Techo digno" entregadas en junio del año pasado.
Ahí viven 28 familias que, en la actualidad, si bien gozan del techo propio, carecen de algunos servicios básicos como gas, cloacas y, fundamentalmente, de transporte público de pasajeros.
Según expresaron todos los adjudicatarios reunidos en una esquina del barrio, hay dos expedientes en la Municipalidad: uno de 2011 y otro de 2012 a través de los que se gestiona la apertura de una calle, la continuación de La Vendimia, que tendría conexión con el barrio Smata. Sin embargo, por esta carencia todos deben trasladarse a través de descampados que en realidad son yuyales, para ir al trabajo o a la escuela.
"Nos dijeron en la comuna que el propietario de esos terrenos baldíos debe donar el lugar para hacer la calle. Es por eso que recurriremos a esta persona para charlar y ver cómo podemos agilizar este trámite", explicaron los vecinos.
"En invierno es realmente peligroso atravesar ese campo y la empresa Iselín no ingresará por calle Namuncurá porque ya han dicho que por ahí se rompen las unidades. Si se abre esa calle, el ómnibus Cementerio-Villa Laredo-Barrio Docente podría desviarse sólo un par de cuadras y pasar por el barrio", afirmaron. También dieron como opción otra línea que ingresa por el Sur, ya que el recorrido por Villa Laredo se interrumpe, por cuestiones de seguridad, a las 22 de cada día.
"Por esto sería mejor que ingresara un colectivo por Namuncurá y diera la vuelta en el barrio. Son apenas unas cuadras. No es gran cosa lo que debe modificarse para solucionar nuestro problema de transporte", dijeron.
Pozos y vandalismo
En una improvisada reunión ante la presencia de Los Andes, la gente aprovechó para señalar que también están preocupados porque por la calle que se ingresa al barrio, la Ceferino Namuncurá, prácticamente es imposible transitar por los pozos y es muy peligroso en la noche porque vándalos rompen las luminarias de largos trechos de esa calzada, que está rodeada por escombros y basura que arrojan otros vecinos desaprensivos.
"Pedimos fundamentalmente esas dos cosas que nos solucionarían en gran forma nuestra vida aquí", afirmaron.
También señalaron que la calle principal que recorre las cuatro cuadras del barrio no es regada, como sí se hizo las primeras semanas en que habitaron las casas. Hoy el polvo en suspensión causado por el tránsito se percibe a simple vista.
"El gas domiciliario no sabemos por qué no se ha colocado ya que está hecha la red y todos estamos listos para conectarnos", se quejaron. A ello agregaron que los cortes de luz son frecuentes y que la quema de artefactos eléctricos es común y nadie se hace cargo. "Ahora iremos al EPRE a reclamar porque durante la última tormenta se han quemado heladeras y televisores y en Edemsa nos dicen que eso son contingencias y que no tiene nada que ver ellos", afirmaron.
En la actualidad los vecinos están abocados a la tarea de formar una unión vecinal para poder atender orgánicamente las problemáticas de este conglomerado compuesto por confortables viviendas. "Quizá a través de una entidad como una vecinal nos atiendan mejor", señalaron.
En otro orden, destacaron que el servicio de recolección de basura, aunque es distanciado (los camiones pasan dos veces a la semana), es por ahora suficiente y que la vigilancia policial es buena. "Siempre que hemos llamado a la policía inmediatamente han llegado. De eso no nos podemos quejar", dijeron.
"Por ahora sólo hay hechos de vandalismo como la rotura de focos en las calles", dijeron aliviados.
Solución inmediata
Desde la Coordinación de Servicios de la Municipalidad de San Rafael uno de los responsables, José Luis Martínez, al ser consultado se comprometió a enviar personal esta semana a desmalezar y a limpiar los costados de la calle Namuncurá.
"El tema de la apertura de la calle deberán gestionarlo ante la comuna porque no es mi área", se excusó el funcionario.
Sin embargo, destacó que la limpieza en las cercanías del barrio se hace periódicamente pero que algunos desaprensivos, que no serían de la zona, arrojan escombros y basura en los costados de esta vía de comunicación.