El senador nacional y jefe del radicalismo, Ernesto Sanz, consideró ayer que el ex candidato presidencial de UNA, Sergio Massa, “tiene referentes en algunas áreas que pueden ser de un gobierno de coalición”, por lo que planteó que “hay un un par de lugares en un gabinete” para los que “sin duda” estaría “viendo” a dirigentes de ese espacio.
"Hay gente muy valiosa con Massa", dijo Sanz, aliado del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, y remarcó que "hay un par de lugares en un gabinete ministerial para los que sin duda" estaría "viendo" a referentes de ese sector, a los que definió como "de lo mejor que hay en Argentina".
Sin embargo, aclaró que no debía dar los "nombres", porque esa área es competencia de Macri.
“Massa tiene referentes en algunas áreas que tranquilamente pueden ser referentes de todo un gobierno de coalición”, dijo y completó: “El radicalismo los tiene y los va a aportar. Obviamente el Pro y también la Coalición Cívica”.
En declaraciones ayer a radio FM Concepto, evaluó que el Gobierno “está sufriendo un deterioro creciente, que es lógico y obvio”, por lo que, dijo, “nadie puede sorprenderse de las contradicciones entre el Gobierno y el propio candidato que eligieron”, en referencia a Daniel Scioli.
Consultado sobre la postura de Scioli respecto de que el fallo de ayer del juez neoyorquino Thomas Griesa favorable a los holdouts estaba justificado en la “expectativa que le genera” Macri, ironizó que esa misma tendencia, entonces, “también provocó que el otro día Boca perdiera”. “Están desesperados, nerviosos, desorientados”, dijo y completó: “La piña de knock out del domingo no se la esperaban, sobre todo en la provincia de Buenos Aires”.
Tras apuntar que “el ciudadano argentino no es tonto” ni “se le pueden vender espejitos de colores”, afirmó que “esto de Scioli de que después del domingo, porque le fue mal, es el campeón del 82 por ciento móvil y de eliminar el Impuesto a las Ganancias a los trabajadores y retenciones, es poco serio”.
“Me gustaba más el Scioli de la fe y esperanza. Sonaba más simpático. Se debe sentir mal si durante 20 años en la política construyó la imagen de la sonrisa y aparece como el hombre malo de la película. No se lo cree nadie esto de andar infundiendo miedo”, concluyó.