Desde anteanoche tres venezolanas vestidas con abrigos negros: Lilian Tintori, Antonieta Mendoza (esposa y madre del líder Leopoldo López) y Mitzy Capriles (esposa del alcalde Antonio Ledezma) se encadenaron en la sede del Vaticano para pedir la intervención del Papa Francisco en la liberación de los dirigentes opositores y de todos los presos políticos.
Otro grupo de activistas como el diputado Rosmit Mantilla y Rosa Orozco, madre de la modelo asesinada Geraldine Moreno, también se encadenaron pero en la Nunciatura Apostólica en Caracas cuando hoy se vence el plazo de la Mesa del Dialogo, cuyo uno de los cinco acuerdos es la liberación de 108 presos políticos, que hasta el momento el gobierno de Nicolás Maduro no ha cumplido.
Los representantes del Vaticano y del Papa Francisco, monseñor Claudio María Celli y de la Nunciatura de Caracas, Aldo Giordano, actúan desde hace un mes como facilitadores de la mesa de diálogo entre el gobierno de Maduro y la alianza opositora MUD.
Por la parte oficialista de Unasur también actúan los tres ex presidentes el español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández.
Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, reiteró la importancia de la reunión que hoy sostendrá la mesa de diálogo.