Todavía hay miles de argentinos varados en todo el mundo. En Cusco, Perú, 145 personas esperaban ansiosos un vuelo de repatriación que debía salir el 5 de abril pero no sucedió.
Por esta razón redactaron y firmaron una estremecedora carta para pedir ayuda o al menos una respuesta oficial.
"Nos encontramos en un país que ha dado carta blanca a policías y militares, a través de un decreto presidencial, para herir y matar en caso de necesidad. En una ciudad con escasos servicios sanitarios, que vive del turismo y que cada día demuestra lo poco que le interesan las personas que son echadas de los alojamientos", expresaron.
Según contaron en la misiva sus problemas iniciaron el 15 de marzo pasado tras el cierre de las fronteras de Perú y la cuarentena obligatoria dispuesta por el presidente Vizcarra.
"De repente quedamos encerrados, sin saber qué hacer y comenzamos a buscar comunicarnos con las autoridades argentinas pertinentes. Así dimos con grupos de argentinos que se estaban organizando por WhatsApp y supimos que algunos habían conseguido los teléfonos particulares del Canciller Felipe Solá y de la Ministra de la misma Cancillería, Mónica García", dijeron.
“Hicimos todo lo que pidieron a través de quienes estaban en contacto directo”, agregaron y contaron que los argentinos que estaban en Lima comenzaron a viajar en los vuelos de Aerolíneas que ellos mismos habían pagada de su bolsillo.
Pero las personas que estaban en Cusco no podían llegar a Lima por la restricciones en los viajes interprovinciales.
“Luego comenzaron a salir vuelos humanitarios desde Cusco que fueron informados por una página de Facebook de la Embajada Argentina en el Perú, con las respectivas listas de quienes iban en cada uno. Estos vuelos se realizaron con charters desde Cusco a Arequipa y de ahí con aviones Hércules de la Fuerza Aérea Argentina”, contaron.
"La realidad es que en Cusco éramos más de 500 argentinos, no tenemos cómo saber si tenían la información de todos pero hoy quedamos 145 personas que podríamos ser repatriadas con una gestión idéntica a la que ya han hecho tres veces en este tiempo", expresaron.
Después se defendieron de quienes los llamaron “irresponsables” por haber viajado el 10 de marzo.
"Ese día en el Aeropuerto Internacional el Plumerillo nadie, absolutamente nadie, del personal aeroportuario utilizaba barbijo u otra medida de protección, nadie nos tomó la fiebre ni nada por el estilo", dijeron.
Aseguraron que llevan 22 días encerrados y que están costeando todos sus gastos. "Sabemos de otros Argentinos que están en refugios de la Iglesia y otros que de un día para otros los dejan en la calle y salen a pedir desesperados si alguien sabe dónde pueden alojarlos",contaron.
“Todas la comunicaciones que hemos recibido han sido de manera informal a través de algún contacto en el grupo de WhatsApp. Así nos enteramos de cada uno de los 3 vuelos de repatriación. Para cada uno de ellos, la Embajada Argentina en Perú recién lo comunicaba oficialmente junto con el listado de los que tomarían ese vuelo, la noche anterior de cada uno, con la salida programada a primera hora del día siguiente”, agregaron.
Su esperanza era regresar en un último vuelo que tenía fecha para el 5 de abril pero recién este lunes se enteraron "extraoficialmente" que esta semana no habría ningún vuelo de repatriación desde Cusco.
“Hemos sido más que pacientes con la espera, entendiendo que a todo el planeta nos ha sorprendido esta situación. Hoy, habiendo transcurrido ya 22 días, consideramos que es momento de tener una respuesta certera sobre nuestro regreso a casa”, cerraron.