En las realidades provincianas hay cuestiones que suelen escapar al escrutinio cotidiano de la cosa cosa pública. Una de ellas es la conformación del directorio de la petrolera de capital accionario mayoritariamente estatal, YPF. En representación de Mendoza estaba en ese lugar el sanrafaelino y peronista Omar Félix, quien dijo que ya renunció al cargo. Hay dos nombres decididos para ese cargo: los ministros Enrique Vaquié como miembro titular y Martín Kerchner, como suplente.
Resulta inevitable la pregunta por el sueldo que cobran los directores de la petrolera que, según Félix, asciende a 70 mil pesos. Voceros de Casa de Gobierno indicaron que ambos ministros renunciarán al ingreso de YPF y se quedarán con el emolumento que cobran como miembros del gabinete de Alfredo Cornejo.
Félix explicó que en la reunión de la semana que viene el directorio debería resolver su propia renuncia y el alta del nuevo representante de la provincia.
La historia de los directores de YPF por Mendoza es relativamente reciente. De hecho, empezó cuando se terminó de conformar el directorio de la petrolera después de la salida de Repsol. El 4 de junio de 2012 se sentó en el sillón de la provincia el entonces subsecretario de Hidrocarburos, Walter Vázquez. El suplente era el secretario Legal y Técnico, Francisco García Ibáñez.
Vázquez y García Ibáñez eran dos hombres de la confianza de Francisco Pérez. De hecho, ambos habían acompañado a Pérez cuando era ministro de Infraestructura de Celso Jaque. En ese entonces Vázquez ya era subsecretario de Hidrocarburos, cargo que dejó cuando asumió en el directorio de YPF.
Los vínculos afectivos a veces no duran para siempre. En agosto de 2013, poco más de un año después, el gobernador Pérez se peleó con Vázquez y este último debió renunciar al sillón en el directorio de YPF; en su lugar fue nombrado Rodolfo Lafalla.
Poco duró Lafalla en el directorio. En enero de 2014 se hizo cargo del Ministerio de Trabajo, Justicia y Gobierno. La silla tibia en el directorio que encabeza Miguel Galuccio, la ocupó Omar Félix.
Félix había sido diputado nacional hasta fines de noviembre de 2013. Intentó renovar esa banca pero la derrota electoral, a manos del radicalismo en octubre, le había cortado el acceso al escaño en el Congreso Nacional.
Poco estuvo desempleado Félix. A los pocos días de haber perdido la banca, el gobernador Pérez decidió remozar su gabinete, se rodeó de los más cercanos y los que consideraba más leales para enfrentar los últimos dos años de gestión. Entre esos leales estaba Lafalla, por lo que debió volver a Mendoza y el que se fue a YPF en representación de Mendoza fue Félix, quien duró en el cargo hasta hace unos días, cuando renunció, con el cambio de gobierno provincial ya consumado.
“Está bien que sean ministros los representantes. Ellos son los que saben de las necesidades de la Provincia y el cobro de regalías. Yo, para tomar una decisión, tenía que estar consultando”, decía ayer Félix.
La renuncia al sueldo es un símbolo. Siempre se dijo que el salario de director de YPF era importante. Hubo versiones que hablaban de hasta $ 400 mil por mes, monto que Félix niega tajantemente y jura que son $ 70 mil. Ambos montos son superiores a lo que cobra un ministro mendocino. Renunciar a ese emolumento está en sintonía con el elogio a la austeridad que agita el gobernador Cornejo.
Otro detalle acerca de la designación de Vaquié y Kerchner es que ambos son piezas clave del gabinete de Cornejo. Vaquié es el “superministro” que concentró bajo su mando tres carteras de las que había organizado su gestión Pérez; Kerchner es el hombre de extrema confianza del Gobernador y el encargado de encauzar las deficitarias cuentas públicas.
Los dos miembros del gabinete con más trabajo son los puestos en el directorio. Es cierto que Vaquié tiene la gestión energética bajo su órbita, mientras que Kerchner se encarga de la recaudación, incluidas las regalías.