El titular del juzgado federal N° 1 de Mendoza, Walter Bento, rechazó el pedido de excarcelación del empresario Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro del vicepresidente Amado Boudou y arrestado a pedido de la Justicia uruguaya por lavado de dinero, por entender que si recupera la libertad podría “eludir el accionar de la Justicia”.
“Si bien surge que tendría un nivel económico elevado, no se tiene conocimiento de que posea una fuente de ingresos legítima que permita justificar su modo de vida” y "cabe colegir que, de recuperar su libertad, Vandenbroele podría darse a la fuga”, sostiene el fallo.
Vandenbroele, titular de The Old Fund, la sociedad que manejaba la ex Ciccone Calcográfica, fue detenido hace una semana cuando iba a dejar a su hija a la casa de su ex esposa, luego del pedido de la Justicia uruguaya a Interpol para arrestarlo porque no se presentó a indagatoria en los tribunales de Montevideo.
Bento informó el lunes a Vandenbroele de los cargos en su contra reportados por la Justicia uruguaya y lo envió a la U32 de los Tribunales Federales de Mendoza, mientras que su defensa solicitó la excarcelación.
El juez firmó un fallo donde planteó la inconstitucionalidad del artículo 26 de la Ley 24.767, que establece que en el trámite de extradición no son aplicables las normas referentes a la exención de prisión y a la excarcelación.
Y advirtió: “Son las circunstancias objetivas y subjetivas que rodean su situación de detención las que me llevan a sostener que el requerido podría eludir la acción de la Justicia en caso de recuperar su libertad”.
Para el juez, “en este tipo de trámites corresponde tener presente dos aspectos: la materialidad del delito, considerando especialmente la gravedad de la pena que pudiere corresponderle al imputado, y el riesgo procesal, en el que se incluye la posibilidad de fuga".
Remarcó que Vandenbroele es requerido por Uruguay para “ser sometido a un proceso penal seguido en su contra, en el que se encuentra imputado por el delito de lavado de activos, cuya escala penal oscila entre 20 meses y 10 años de prisión”.
Destacó que “fue citado a declaración indagatoria en dos oportunidades” pero “no obstante haber sido debidamente notificado, optó por no comparecer a las mismas” argumentando una prohibición de salida del país dispuesta por un juzgado comercial en la causa de la quiebra de la ex Ciccone.
Para el juez, “dicha situación no justifica el accionar del requerido” y “no consta en autos que haya puesto en conocimiento de los juzgados federales argentinos (en los procesos seguidos en su contra) las citaciones que le fueron efectuadas por la justicia de la República Oriental del Uruguay y, menos aún, que haya solicitado una autorización para comparecer ante las autoridades extranjeras y someterse al proceso en el que se encuentra allí imputado”.
Además Bento hizo hincapié en que Vandenbroele expresó que “no deseaba ser extraditado” a Uruguay, “sosteniendo que a su parecer su detención resulta innecesaria y desproporcionada”.
“Este factor es uno de los que me lleva a suponer que de encontrarse libre Vandenbroele y ante la posibilidad de ser extraditado, éste podría decidir sustraerse del accionar de la Justicia y darse a la fuga”, dijo el juez.
Resaltó que “no puede pasarse por alto que el nombrado también afirmó 'estar pasando por un momento de vacaciones' y 'ejercer la abogacía esporádicamente', por lo que, sumado ello a sus condiciones de vida y a los hechos por los que es requerido en Uruguay, puede considerarse que contaría con los medios económicos necesarios para afrontar una eventual fuga”.
Añadió que el acusado “manifestó residir en dos diferentes domicilios, ambos de elevado valor, lo que permite presumir que (...) podría disponer del dinero suficiente para mantener ambas viviendas”. Y en la causa “si bien surge que (...) tendría un nivel económico elevado, no se tiene conocimiento de que posea una fuente de ingresos legítima que permita justificar su modo de vida”, dijo.
Por ello Bento sostuvo como razones para negarle la extradición “la penalidad prevista para el delito que le es imputado a Vandenbroele, su carencia de empleo, familiares, personas allegadas, domicilio fijo, la posibilidad de acceder a medios económicos que le permitan darse a la fuga y su manifiesta negación a ser extraditado”.