Street Fighter es una de las grandes franquicias de videojuegos. Junto con Mortal Kombat, cimentó las eternas peleas virtuales desde la época de la NES hasta la PlayStation 4. Tal fue su éxito en los años 90 que Ryu, Chun-Li y compañía llegaron al cine, aunque con resultados desastrosos, tanto en la película que vimos como detrás de cámara.
A 25 años de su estreno, salieron a la luz detalles del inapropiado comportamiento de la estrella Jean-Claude Van Damme, quien interpretó al coronel Guile. En diálogo con The Guardian, el director Steven E. de Souza rompió el silencio que había prometido para cuidar al actor, quien en los '90 era una de los máximos referentes del cine de acción.
"Van Damme estaba completamente drogado. No podía hablar de ello en ese momento, pero ahora sí puedo. El estudio había contratado a un vaquero para que se ocupara de él y lo alejara de eso, pero desafortunadamente el propio vaquero era una mala influencia", dijo de Souza, quien también escribió "Duro de matar".
El cineasta también contó que Van Damme se ausentaba seguidamente en el set de "Street Fighter" y que tuvo que seguir buscando en el guión para encontrar otra cosa que filmar. "No podía quedarme sentado durante horas esperándolo. En dos ocasiones, los productores les permitieron ir a Hong Kong, y en las dos ocasiones regresó tarde. Los lunes simplemente no estaba allí", recordó.
De Souza fue contundente: "Van Damme consumía unos 10 gramos diarios de cocaína".
La polémica siguió con el actor indio Roshan Seth, quien interpretó a Dhalsim en la película de 1994. También aseguró que vivió problemas con Van Damme y hasta le recomendó abandonar el el alcohol. "Le dije que era contra la salud y la seguridad tener alcohol en el set. Desde ese momento, él me odiaba. Pedía lujos que no tenía nadie del equipo, como la suite presidencial del hotel, con gimnasio incluido. Cuando no aparecía, se justificaba diciendo que tenía que bombear sus músculos", detalló el actor.
Además, Van Damme fue detenido en la aduana por posesión de esteroides.
Ni la cantante australiana Kylie Minogue (Cammy) se salvó de los desmanes del rodaje. A ella la asociaron amorosamente a Van Damme.
Según De Souza y algunos de sus colegas del reparto, estaban filmando en Tailandia durante los rumores de lo que un ayudante de dirección describió como "un posible golpe de estado", lo que dificultó todo aún más.
La filmación parecía estar maldita: un miembro del equipo requirió atención médica por la irritación de la piel causada por el contacto con el agua del río Chao Phraya, un productor sufrió un ataque al corazón durante el rodaje y otro, que no estaba acostumbrado a conducir por el lado derecho de la carretera, equivocó su carril y chocó de frente con un autobús, sufriendo lesiones graves.
Tampoco ayudaban los otros actores y cómo se repartió el presupuesto de la película. Roshan Seth contó que "no conocía al personaje" que debía interpretar. Toda la plata se había ido en los cachets de Van Damme y de Raúl Juliá (Bison), quizás el único que se salvó de las críticas. Este último, sin embargo, falleció días antes del estreno del filme.
"Street Fighter" fue un fracaso tanto a nivel crítico como comercial. Costó 35 millones de dólares y apenas recaudó 99 millones. Aunque obtuvo dos triunfos: ser considerada de culto por quienes crecieron en los videoclubes y allanar el camino para las adaptaciones de fichines (la mayoría, con malos resultados).