Daniel van Buyten decidirá después del Mundial si deja el fútbol, pero el central belga de 36 años afrontará antes uno de los máximos retos de su carrera: frenar a Lionel Messi mañana ante Argentina en cuartos de final de Brasil 2014.
"Messi es el mejor jugador del mundo, un talento extraordinario", reconoció el jugador del Bayern Múnich ante el partido más importante de Bélgica en casi tres décadas.
"Pero en un torneo, en este Mundial, en un único partido, todo es posible. Cuando es a todo o nada, uno puede elevarse al nivel de un equipo tan grande como Argentina. Suiza lo demostró".
La buena actuación de los helvéticos en los octavos de final, que Argentina sólo pudo definir con un gol en el minuto 118, anima a una Bélgica que disputará sus primeros cuartos de final de un Mundial en 28 años.
Pero el equipo de Marc Wilmots tiene una solidez que no tenía Suiza y que lo convierte en uno de los equipos mejor construidos y más equilibrados del Mundial.
Y en ese esquema tiene un papel muy especial el propio Van Buyten, con diferencia el mayor y más experimentado de un plantel que se distingue por su juventud. "Puede llamarme el 'abuelo del equipo', si quiere", dijo en una entrevista con la revista alemana "Sport Bild".
Eden Hazard, Kevin de Bruyne o Thibaut Courtois no habían nacido cuando la gran Bélgica de 1986 quedó eliminada en el Mundial de México precisamente por Argentina gracias a dos goles de Diego Maradona, pero Van Buyten ya era un niño que vibró con ese Mundial.
Más importante aún: el defensor disputó con la selección el Mundial de Japón y Corea del Sur en 2002, el último en el que estuvo Bélgica hasta este año. "Por supuesto que muchos jugadores jóvenes se me acercaban y me preguntaban cómo era disputar un Mundial, si la presión era demasiado grande", contó. "Intento hablar todo lo posible con los chicos".
Wilmots, ex compañero de Van Buyten como jugador, apostó desde el primer partido por el defensor como titular. En parte por los problemas físicos de Thomas Vermaelen y Vincent Kompany, pero sobre todo porque quería convertir a Van Buyten en el ancla que diera al equipo la estabilidad necesaria para un Mundial.
"Mi equipo tiene poca experiencia compitiendo en torneos. Es el más joven del Mundial", reconoce el defensor.
Su capacidad para equilibrar ese déficit quedó patente hasta tal punto en los octavos de final con Estados Unidos que incluso fue reconocida por el alemán Jürgen Klinsmann, técnico de los norteamericanos y ex entrenador de Van Buyten en el Bayern.
"Me dijo que había hecho un partido extraordinario y que podemos llegar lejos en este torneo. Me pareció muy amable", contó Van Buyten, que en el Bayern no tuvo precisamente una buena relación con Klinsmann.
El técnico le dejó otro mensaje: "Que no debía retirarme", contó el belga, que mantiene abierta la decisión. "Me ocuparé de eso cuando haya pasado el Mundial".
Van Buyten mantiene el foco en el cruce de mañana en San Pablo. Podría ser el último de su carrera o el trampolín para entrar en la historia con Bélgica. Dependerá, en gran parte, del duelo personal que mantendrá con un Messi lleno de confianza.
Mucho más que Eden Hazard
Bélgica, contrariamente a una Argentina ampliamente dependiente de las proezas de Lionel Messi, no está supeditada a las actuaciones de su estrella, Eden Hazard, en este Mundial-2014. ¡Los Diablos Rojos son mucho más que Eden Hazard!
Cuatro partidos, cuatro victorias, seis goles marcados, ninguno de Hazard, mientras que Messi ha convertido ya cuatro dianas en otros tantos partidos disputados en Brasil.
La joven promesa del Chelsea sacó a su equipo de apuros en dos ocasiones con dos asistencias decisivas ante Argelia y Rusia. Y su segundo tiempo ante EEUU en octavos fue de un gran nivel. En cuanto tenía el balón en el pie, los defensas estadounidenses se alteraban. Sorprendió varias veces, antes de chocar con un Tim Howard particularmente inspirado ese día.
"Debo aprender a ser más constante y más decisivo", repite el belga en cada entrevista.
Hazard no marca. Pero por suerte para Bélgica, jugadores como Dries Mertens, Marouane Fellaini, Divock Origi, Jan Vertonghen, Kevin De Bruyne y Romelu Lukaku han tenido el acierto que ha faltado a su estelar compañero. Seis goleadores diferentes para seis goles.
"El peligro de los belgas viene por todos lados", explicó el seleccionador de Estados Unidos, Jürgen Klinsmann, tras la derrota de los suyos (2-1). "Y para decirlo todo, al comenzar el partido, desconfiaba menos de Mertens y Hazard que de sus tres centrocampistas [De Bruyne, Fellaini, Witsel]", afirmó el alemán. Los argentinos deberán vigilar a todos estos jugadores, algunos de los cuales tienen tendencia a robar protagonismo a la estrella del Chelsea.
Kevin De Bruyne sobre todo. El jugador que José Mourinho no quería más en Londres, está ocupado haciendo un gran Mundial. El volante del Wolfsburgo es el verdadero 10 de Bélgica. El número es sin embargo el de la camiseta de Hazard, pese a que éste es más un volante que un cerebro. El que distribuye, se infiltra, circula sin descanso entre la defensa y la delantera es De Bruyne. Y cuando no es él, es Marouane Fellaini, a quien Wilmots puede pedir durante el partido que pase del cargo de "rastrillador" al de segundo atacante, rol que cumplió de maravilla ante Argelia.
Hasta Hazard puede ser suplente
A las cualidades técnicas de Hazard se suma también la velocidad en las bandas de Kevin Mirallas y Dries Mertens. Y los delanteros Divock Origi (liberador ante Rusia) y Romelu Lukaku (verdugo de Estados Unidos) demostraron que merecen tanta vigilancia como la que imponen las defensas adversas a Hazard, marcado a menudo por al menos dos jugadores.
Wilmots insiste constantemente en la noción de grupo, y va hasta asegurar que "incluso Hazard puede ser suplente".
La aparente indolencia del valón puede llegar a irritar, a pesar de que Wilmots dice tener "muchos problemas para enfadarse con alguien tan bueno".
La prensa "gira siempre en torno a Eden. Se pide mucho a alguien que ya ha dado mucho. Él está tranquilo y no se pone presión pero tiene mucha ambición", asegura el seleccionador belga.
Con miles de hinchas prestados
Es algo parecido a un "alquiler" de hinchas para un partido del Mundial. Y no le costará un solo real a Bélgica. Ante las altas probabilidades de que los seguidores de Argentina sean mayoría entre los 70.000 que presenciarán el encuentro , el técnico belga Marc Wilmots ha agitado la rivalidad regional entre albicelestes y los brasileños.
"Los brasileños esperan sólo una cosa, y es que venzamos a los argentinos", dijo Wilmots. Y tan pronto como metió las narices en la rivalidad entre los dos países vecinos, el técnico se hizo a un lado.
"No quiero meterme en ese asunto", dijo.
Miles de seguidores de Bélgica han viajado a distintas ciudades brasileñas para alentar a su equipo, luciendo como un manchón de camisetas rojas en el graderío. Pero en vista de que resulta más difícil planificar los viajes para las rondas siguientes del Mundial, muchos menos belgas presenciaron el duelo de octavos de final contra Estados Unidos en Salvador. Menos todavía llegarán al Estadio Nacional. "Estamos orgullosos de ver nuestros colores en el estadio, pero si sólo llegan dos o 2.000 no hay problema. Estamos acostumbrados a los ambientes hostiles", aseguró Wilmots.
Wilmots cree en el triunfo ante Argentina: “Tenemos el potencial”
El seleccionador de fútbol de Bélgica, Marc Wilmots, cree que su joven equipo puede dar la sorpresa y ganar el sábado en cuartos de final del Mundial a la Argentina de Lionel Messi.
"Nuestra meta es quedarnos aquí. Tenemos el potencial para hacerlo y dar la sorpresa", dijo hoy Wilmots en una rueda de prensa en Mogi das Cruzes, cuartel general del equipo belga cerca de Sao Paulo. Wilmots aseguró que su equipo no tiene miedo de Messi. "Es un futbolista extraordinario, pero si me preguntan si prefiero un colectivo fuerte o un equipo marcado sobre todo por un jugador como Messi o (el brasileño) Neymar, siempre me quedaría con el colectivo", dijo el técnico.
"Tenemos un grupo para pararlo. Hay misiones específicas, esperen y verán", aseguró el estratega.
Wilmots destacó que al igual que Argentina con Messi, también Bélgica cuenta con jugadores que pueden marcar la diferencia como Kevin de Bruyne o Eden Hazard. "Si Messsi tiene un buen día... Cada año mete 40 goles. Si está bien, nos pondrá en problemas. El problema de Argentina ha sido encontrar el equilibrio", aseguró.
El único jugador en duda por molestias físicas es Mousa Dembele, volante del Tottenham, que tiene un problema en el cuádriceps. En cambio, el defensa Thomas Vermaelen (Arsenal) vuelve a estar bien tras perderse el encuentro de octavos ante Estados Unidos.
"Ante Argentina no tendremos presión", dijo Wilmots. "Pero ahora tenemos un equipo con una nueva mentalidad. Si hemos alcanzado los cuartos, no queremos quedarnos ahí", aseguró.
"No estoy para celebrar nada, estoy aquí para ganar partidos. Ser el segundo mejor no me interesa", dijo exigente. "Debemos cambiar esa mentalidad belga de celebrar rápidamente cuando logramos algo. Podremos celebrar cuando tengamos ganemos el título o estemos en semifinales, pero no ahora. El grupo inmediatamente dijo (después de ganar a Estados Unidos): Argentina". "Hubo 15 minutos de euforia, pero enseguida nos pusimos a pensar en el siguiente partido", aseguró el ex jugador del Schalke 04 alemán, que sabe que Argentina tendrá más hinchas en Brasilia, pero que espera que la "torcida" se ponga del lado europeo.
A Wilmots no le preocupa que su equipo no haya mostrado aún el fútbol elegante que se esperaba. "El fútbol champagne no existe", afirmó.
