El primer ministro francés, Manuel Valls, advirtió ayer en París sobre el riesgo de un atentado con “armas químicas o bacteriológicas”, al solicitar a la Asamblea Nacional la prolongación del estado de emergencia, seis días después de los atentados de París que dejaron 129 muertos.
“No hay que excluir nada. Lo digo por supuesto con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en mente. Puede haber riesgo de armas químicas o bacteriológicas”, dijo Valls, que reiteró que Francia está en guerra.
El gobierno francés autorizó el sábado pasado a la Farmacia de las Fuerzas Armadas la distribución de un antídoto contra las armas bacteriológicas a los servicios de urgencias civiles en todo el territorio.
“Estamos en guerra. Y no el tipo de guerra a la que trágicamente la Historia nos ha acostumbrado. No, una guerra nueva -externa e interna- en la que el terror es el primer objetivo y la primer arma”, dijo el primer ministro ante los diputados.
“Esta guerra de nuevo tipo sigue siendo una guerra planificada, impulsada por un ejército de criminales”, afirmó el segundo hombre del gobierno francés.
"Imaginación macabra"
“Lo nuevo son los modos operativos: las formas de golpear, de matar, evolucionan sin cesar. La imaginación macabra de los cerebros de los atentados no tiene límites: fusiles de asalto, decapitación, bombas humanas, armas blancas o todo al mismo tiempo, perpetrados por individuos o comandos, esta vez particularmente organizados”, agregó Valls.
Manuel Valls reclamó además la rápida adopción de un catálogo europeo de pasajeros aéreos, el “Passenger Name Record” (PNR). “Hoy más que nunca es hora de que Europa adopte la metodología del PNR para garantizar el seguimiento de los desplazamientos en toda la la Unión Europea. Es una condición para nuestra seguridad colectiva”, dijo Valls.
El primer ministro anunció además la creación de una nueva estructura para internar a “jóvenes radicalizados”.
“El financiamiento está listo, el cuadro jurídico y el proyecto casi a punto” para abrir un sitio antes de fin de año. La estructura recibirá a “arrepentidos” que se pondrán “a prueba para medir su voluntad de reinserción”, dijo Valls. En cambio, descartó que los yihadistas de regreso de Siria o Irak ingresen en esa estructura.
“Su lugar es la cárcel. Un centro de desradicalización no puede ser una alternativa al encierro carcelario”, dijo Valls.
Por otra parte, los policías franceses podrán portar armas de forma permanente, incluso fuera de las horas de servicio y en los días de descanso, según una directiva de la dirección general de la policía.
Condena mundial por asesinato de dos rehenes
Nueva York. El Consejo de Seguridad de la ONU condenó ayer “el asesinato atroz y cobarde” de dos rehenes, uno chino y otro noruego, por parte del grupo Estado Islámico (EI).
En una declaración unánime, los 15 países miembros piden a los estados de la ONU “cooperar activamente” con China y Noruega para “llevar ante la justicia a los responsables”. El grupo EI “debe ser derrotado y la intolerancia, la violencia y el odio que profesan deben ser erradicados”, dicen en el texto.
La organización yihadista anunció el miércoles la ejecución de dos rehenes, uno chino y otro noruego, dos meses después de haber pedido un rescate por su liberación, según el último número de la revista de propaganda del grupo publicada en internet. El 10 de setiembre, la organización EI anunció por primera vez que tenía en su poder a estos dos rehenes sin precisar cuándo y dónde fueron secuestrados.
En el caso noruego se trataría de Ole-Johan Grimsgaard-Ofstad, de 48 años, secuestrado en Siria a finales de enero de 2015. En el caso chino, Pekín confirmó que se trata de Fan Jinghui, un consultor de 50 años.
