Que afean el paisaje de sus ciudades. Que son focos de contaminación y generadores de roedores. Que -además- constituyen un serio problema para el estacionamiento en las calles céntricas. Desde que las inmediaciones de las comisarías del Valle de Uco se convirtieron en verdaderas ‘chacaritas’, los vecinos no han cesado en sus reclamos. Ahora, pidieron intervención a nuevos actores en la lucha por ‘sanear’ estos espacios públicos.
“¡Es una vergüenza! ¿Qué imagen damos a los turistas? En lugar de sacarlos, siguen trayendo vehículos, cada vez más viejos y chocados, que lo único que hacen es juntar mugre frente a la plaza y en pleno centro cívico de nuestro departamento”, se quejó Iris Escudero, una tupungatina que vive a cuadras de la Comisaría 20 y transita por el lugar todos los días. “No sé qué puerta hay que golpear para que esto se solucione de una vez”, agregó.
El problema no es nuevo. Desde que las playas de las sedes policiales del Valle de Uco comenzaron a abarrotarse de chatarra -hace ya como una década-, la Policía Vial no encontró otra salida que sacar los autos secuestrados a las calles. Además, la playa regional de Zapata está colapsada y no recibe un vehículo más desde 2012. Por esta situación, hoy suman más de 200 automóviles y casi el doble de motos los que llevan años esperando en plena vía pública su turno para ser trasladados.
Mientras que las autoridades de la fuerza policial piden paciencia hasta que inauguren su nueva y más amplia playa en Zapata, los municipios decidieron tomar acciones sobre el tema para frenar la presión social creciente. San Carlos comenzó días atrás, con maquinarias de Hidráulica, un traslado en “tandas” y consecutivo de algunos vehículos hacia San Agustín.
Por su parte, los concejales de Tupungato elaboraron un proyecto conjunto, que está a punto de ser aprobado, donde le imponen un “ultimátum” de 90 días al Ministerio de Seguridad para que proceda al retiro de los vehículos, tal como se le pidió en “reiteradas notas”. En caso contrario, el texto de la resolución dice que será el municipio el que instrumentará las medidas para erradicar estos objetos.
Además, solicitan al Ejecutivo elevar una denuncia administrativa y pedido de investigación a la Inspección General de Seguridad, en atención a la falta de cumplimiento de la normativa vigente.
La medida adoptada por los ediles se basa en la ordenanza ambiental 27/2010, que “prohíbe el depósito sobre la vía pública de materiales de construcción, escombros, chatarras y todo elemento que obstaculice la libre circulación vehicular y peatonal”. También, hace hincapié en que este depósito dejó de ser “temporario”, que impide la limpieza de los municipales, que suma conflictos ante el notable crecimiento del parque automotor y que va en contra del desarrollo turístico de la ciudad.
Mal mirados
Estos automóviles que duermen a la intemperie; serpenteando plazas, edificios municipales, iglesias y calles céntricas. Esos que exponen sus ‘cortes’ y abolladuras a los paseantes; han llegado a este destino de abandono por estar intervenidos por procesos judiciales o porque les fueron quitados a sus dueños tras cometer irregularidades.
No sólo ‘descansan’ en las comisarías centrales, también puede verse la hilera de autos chocados en las distritales. Mientras que Tunuyán es el que menos parece sufrir este problema, los sancarlinos encararon gestiones para ir eliminándolos de a poco. Sin embargo, aún quedan unos 40 vehículos en las puertas de la Comisaría 18 de la villa sancarlina y más de 20 en la 41 de La Consulta.
Carlos Arriagada, director de Medio Ambiente de San Carlos, explicó que -a raíz de varias notas presentadas por los vecinos- el municipio decidió gestionar el 'saneamiento' progresivo de estos espacios y ya sacaron once unidades. “Nosotros ponemos la mano de obra, Hidráulica nos prestó el carretel (camión donde entran seis vehículos) y la Policía custodia los viajes”, dijo.
Solución en puerta
La playa de secuestros que la Policía Vial del Valle de Uco tiene en el distrito de Zapata está colapsada hace tiempo y dejó de recibir autos en 2012. Como un principio de solución, en junio de este año la Provincia aportó contrató maquinarias para compactar 150 unidades de las más viejas (que llevaban entre 20 y 40 años) y que nunca habían sido reclamadas. “La compactación ayudó a generar algo espacio, pero no el suficiente para responder a esta problemática. Hoy tendría que trasladar 300 autos y unas 700 motos”, expuso José Luis Puga, comisario de la Policía Vial del Valle de Uco.
El uniformado sostuvo que la solución real vendrá con la nueva playa que la repartición está construyendo a 2 km de la actual, en Zapata. “Su inauguración depende del avance de la doble vía, pero confiamos en que cortaremos las cintas en diciembre”, apuntó Puga y destacó que el nuevo predio tendrá 6 hectáreas.
