Mendoza tiene el primer caso en el país en el que un homicidio agravado -juzgado con la modalidad de juicio por jurado- no tiene pena de prisión perpetua.
Así lo fijó ayer el juez del Tribunal Penal Colegiado 2, Eduardo Martearena, tras considerar inconstitucional la prisión perpetua y condenar a Mariano Alan Nicolás Gutiérrez y los hermanos José Rafael y Abel Augusto Yáñez Astorga a la pena de 25 años de cárcel por el llamado "caso de la valija fúnebre", el brutal crimen del cuidacoches Juan Lucero (27).
Ahora el "fallo Martearena" deberá ser revisado por la Corte provincial. Es que jefe de los fiscales de Homicidios, Fernando Guzzo, se mostró contrario a la medida y adelantó que apelará la sentencia.
El jueves pasado un jurado popular declaró la culpabilidad de los tres imputados y, de inmediato, Martearena dictó la inconstitucionalidad de prisión perpetua, ordenando una "audiencia de cesura" para que la fiscalía y los defensores fijaran sus posiciones sobre la pena que, según la ley, debe ser establecida no por el jurado sino por el juez.
Así las cosas, ayer el fiscal Guzzo volvió a insistir con que los tres detenidos debían recibir la pena máxima. Por su parte, los abogados Luis y Oscar Torres (defensores de los hermanos Yáñez) solicitaron la pena de 8 años por el delito de homicidio simple y Pablo Rotondi (defensor de Gutiérrez) pidió la libertad de su cliente por falta de acusación fiscal.
Ante la ausencia de pruebas ofrecidas por las partes y teniendo en cuenta que durante el debate no se estableció el rol de cada uno, el juez estableció una pena de 25 años para cada uno por el delito de homicidio agravado por ser cometido por dos o más personas. "Este delito es gravísimo y la pena tiene que ser muy alta por las características de la víctima, su juventud y la imposibilidad de defenderse del ataque de tres personas", afirmó el magistrado.
En un extenso fundamento, Martearena sostuvo que el rol del fiscal es acusar y el suyo, controlar que se respeten los derechos de los acusados y el del Ejecutivo, proteger los derechos de la víctima en vida.
"La clave de inconstitucionalidad de la perpetua es la Constitución", dijo el juez, levantando un ejemplar con los colores de la bandera. Luego desgranó un largo parlamento donde se refirió a que esta pena no resocializa. "Excluye a los condenados de algunos derechos como la resocialización; no es una pena proporcional, es indefinida y aberrante porque después de 35 años de encierro habilita la libertad condicional pero sólo si un juez lo considera", dijo.
Buena parte de estas razones fueron refutadas por el fiscal Guzzo. "Sabíamos que el máximo iba a ser 30 y que iba a ser por homicidio y es la pena más grave según su criterio. No es el nuestro: trasladado a números, en 16 años están afuera. Se ha licuado el propósito del Estado y la voluntad del legislador. Ese es el punto en disidencia central", cerró Guzzo.
Brutal: lo golpearon y lo quemaron
Juan Lucero fue asesinado en 2017 en Godoy Cruz. Su cuerpo fue encontrado la mañana del 12 de julio en una zona cercana al parque de descanso Los Andes Memorial. Estaba en un zanjón, carbonizado y mutilado por el ataque de animales. La autopsia estableció que lo asesinaron a golpes el 10 de julio.
Los investigadores reconstruyeron que a la víctima la atacaron en la casa de los Yáñez y que en una valija lo llevaron encerrado hacia el lugar en donde apareció, en el auto de Gutiérrez. Finalmente, lo prendieron fuego.
Rispidez, ironía y alto vuelo
Tras una semana donde la inconstitucionalidad de prisión perpetua fue el centro de la polémica judicial -incluso el gobernador "amagó" con pedir un jury para el juez- la audiencia de ayer tuvo su momento de rispidez.
"Está a punto de excederse. Adecúe su lenguaje al referirse a mí. Modere cualquier alusión a mi persona", le disparó Eduardo Martearena al fiscal Fernando Guzzo, quien pidió inmediatas disculpas. "Tenemos que dejar sentado que su posición es caprichosa y arbitraria. Está fuera de todo sistema", había dicho antes el jefe de la Fiscalía de Homicidios.
Por lo demás, las posiciones antagónicas mantenidas por el juez y el fiscal fueron un derroche de citas, en la que ambos mostraron “los dos lados de la biblioteca”.
También hubo lugar para una leve ironía: "El Ministerio Público habló de (declarar) la inconstitucionalidad de la perpetua como si fuera un acto genial, como si yo hubiera inventado la rueda. Es una decisión que la ley contempla y a nadie puede sorprender", dijo el juez.
