El líder del Mundial de Moto GP, Valentino Rossi, protagonizó el jueves una conferencia de prensa esperpéntica, en la que acusaba a Marc Márquez de querer beneficiar a Lorenzo para que fuera este, y no el italiano, el campeón de un campeonato que esperará el desenlace final en Valencia, dentro de dos semanas.
Ayer, tras siete vueltas de infarto, repletas de adelantamientos (15 en total, nueve solo en el quinto giro), miradas, envites y juegos varios, Rossi decidió que la partida había terminado. Se habían entretenido tanto entre uno y otro que habían dado vía libre a Lorenzo, lo único que el italiano no debía hacer, y este, después de unas primeras vueltas magníficas, era el único que le seguía el ritmo a un Pedrosa excelso (finalmente ganador de la carrera en Sepang), así que tanto uno como otro corrían solos, primero y segundo.
Rossi, que buscaba asegurarse, al menos, el tercer puesto. Subiría al podio si se quitaba a Márquez del medio; y así fue. Dice que solo intentó amedrentarlo, pero en las imágenes se ve como obliga a Márquez (en una curva) a seguir con él y cuando le tiene cerca provoca su caída con una patada. No es la primera vez que ambos se encuentran en la pista, ya había sucedido en Argentina. Al final, Valentino fue sancionado.
