Luego de muchas idas y venidas entre la minera Vale y el Gobierno provincial y nacional, el fin de la historia parece concluir en la partida de la empresa brasileña de Mendoza.
Esta no solo es una mala noticia para los miles de trabajadores involucrados con la minera, sino también para la Provincia, que necesita mayores ingresos para contrarrestar su problema de déficit fiscal.
Según un informe de la Fundación Ideal, los precios actuales del potasio en el mercado internacional permitirían a Vale dejar ingresos anuales de $ 170 millones a Mendoza durante su primera etapa de producción. Esto en concepto de regalías e Ingresos Brutos.
Más adelante, en la etapa de producción plena, Mendoza recibiría $ 305 millones anuales. Para dar a entender la magnitud de la cifra, la presentación de Ideal destaca que esa recaudación es similar a todo lo que deja el impuesto Automotor por año.
El alejamiento de Vale
Desde que la empresa brasileña obtuvo la concesión de la explotación en Río Colorado en el año 2009, los directivos de la compañía pidieron al Gobierno Nacional algunas ventajas impositivas, tales como la recuperación anticipada del IVA, la eliminación de las retenciones a las exportaciones de cloruro de potasio y el pago de impuestos a través de la compra de bonos de deuda externa.
La respuesta del Gobierno en ese entonces fue negativa para todos los pedidos, pero Vale igualmente puso en marcha la construcción de la infraestructura, con una previsión de inversión de unos 2 mil millones de dólares.
No obstante, luego sucedieron una serie de acontecimientos que afectaron las finanzas de la compañía y redujeron su interés por el proyecto en Malargüe, como el salto a U$S 10 mil millones de inversión prevista y la caída de sus actividades en otros mercados.
Tal fue la situación, que en diciembre de 2012 la minera detuvo la construcción de su planta y comenzó a pedir nuevamente y con mayor fuerza, medidas que le dieran ventajas impositivas.
Consultado sobre la postura del Gobierno en estos temas, el gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, dio algunos detalles de la negociación.
"El primer planteo de Vale fue pagar impuestos adquiriendo bonos de la deuda externa al precio de mercado, que son $ 80 el bono, y que el Estado nacional se los reconozca a $ 100", mencionó el mandatario.
La respuesta del Gobierno fue negativa. "Eso es imposible. Se intentó en la década del '90 y trajo perjuicios en Telefónica, Aerolíneas y otras empresas estatales. Además favoreció a las privatizaciones que tantos dolores de cabeza trajo después a la Argentina", comentó.
En segundo lugar, Pérez mencionó el pedido de diferimiento del IVA por más de U$S 1.500 millones. "Nosotros podíamos ceder a ese diferimiento, en la medida que la empresa nos diera participación en el negocio a través de acciones por el mismo valor", señaló el Gobernador.
La contrapropuesta del Gobierno fue rechazada por la minera de Brasil.
Otro pedido de la empresa fue tener un dólar diferencial para el sector. "Esto también es imposible porque daría pie a que aparezcan diferentes tipos de dólar para cada actividad de la provincia", respondió Francisco Pérez.
Continuando con las negociaciones, Vale solicitó la suspensión de los derechos de exportación cuando empezaran a exportar. Desde el Ministerio de Economía se accedió a ese pedido.
Finalmente, la minera pidió la disminución sensible de obras accesorias que se habían planteado, como infraestructura eléctrica o mejoras viales en las zonas donde iba a pasar el ferrocarril.
Ante esto, el gobernador indicó que el viernes pasado se firmó un acta entre los gobiernos de Neuquén, Río Negro, Mendoza y la ciudad de Bahía Blanca, para eliminar obras por U$S 700 millones. "Esto parece que no alcanzó y el día martes empezaron a notificar a las contratistas que se rescindían los contratos", concluyó Pérez.
A raíz de estos resultados, el Ministerio de Trabajo de la Nación convocó hoy a una nueva audiencia de conciliación entre Vale y Mendoza, Río Negro y Neuquén, donde se definirá la situación de los trabajadores.