“En el Mundial de México ‘86 habíamos hecho un pacto con mis ex compañeros de equipo para no hacerle caso a Bilardo, que nos volvía loco con sus indicaciones durante los partidos”, declaró Valdano.
“Jugar un mundial era el sueño recurrente desde que tengo uso de razón. Esa era la fantasía inalcanzable que pasaba por mi cabeza permanente. Y de pronto, descubrimos que eso era posible, que eso existía. Quedamos fascinados para siempre”. El argentino Jorge Valdano, se expresa igual que lo que jugaba. En 1986, pondría su gran aporte para que la selección albiceleste ganara su segunda Copa del Mundo donde hizo cuatro goles.
“El primer recuerdo que tengo es de incertidumbre y en lo personal también por mi físico. Tenía una contractura tremenda en el cuello y en los días previos tuve que usar el brazo con un cabestrillo”, reveló el santafesino que en aquel entonces militaba en Real Madrid.
Valdano fue una de las piezas clave del último título Mundial que consiguió el seleccionado argentino y en el debut ante la “desconocida” Corea del Sur tuvo un papel preponderante ya que fue el encargado de abrir y cerrar el marcador.
Ese derechazo que “se metió en medio de muchas piernas” para Valdano tuvo más valor que el 1-0, ya que “descomprimió” al equipo liderado por Diego Armando Maradona de la fuerte presión vivida en la previa de la competencia.
“Teníamos las dudas que atañen a la confianza. Recuerdo que el primer gol lo grité como si fuera un exorcismo. La sensación fue que ese gol nos descomprimió y al final el partido se solventó con cierta tranquilidad”, rememoró.
“El segundo gol lo grité muy poco y me acuerdo que mi hermano me retó y me dijo: ‘¿Cómo vas a gritar así un gol en el Mundial?’”, recordó, entre risas el delantero, que terminó el torneo con cuatro tantos.
El tercero fue el que abrió el camino para la victoria frente a Bulgaria en el cierre de la fase de grupos. “Fue un centro de Cucciuffo. Me acuerdo que me elevé y metí un cabezazo normal, pero la pelota salió como disparada. Debe haber tenido con las ganas”.
El santafesino fue el complemento perfecto de Maradona a lo largo de toda la campaña. “Ganar el Mundial siempre te da la idea de culminación. Aquel recuerdo lo guardo muy nítido porque es algo grande que dio sentido al esfuerzo de muchos años”, expresó alguna vez.
“Lo primero que se me cruzó por la cabeza en el gol contra Alemania es que no era cierto. Unos segundos más tarde, cuando comprendí que era gol, que era yo, que era la final, pensé: ‘Es mentira, ahora viene mi vieja, me despierta para ir al colegio y yo la mato’.
Cuando siguió el partido por unos cuantos minutos, me sentí campeón. Por eso, cuando nos empataron, pensé que se trataba de un castigo divino por festejar antes de tiempo”, contó. Ese gol fue a festejarlo con Marcelo Trobbiani quien era su compañero de habitación en la concentración.
Valdano también mencionó un divertido diálogo que tuvo con Maradona antes de la ejecución de un tiro libre. “No teníamos jugadas de engaño porque Diego no las necesitaba. Una vez le pregunté si quería que pase por arriba antes de que patear y me respondió ‘hacé lo que quieras, no quiero que me rompas las pelotas’”, contó Valdano, quien a los 60 años está próximo a presentar un nuevo libro.
Primer día de descanso
Se terminó la primera fase. Después de 14 días de partidos llegó el día que no hubo actividad.
Los equipos ya se preparan para los cruces de Octavos de Final y los entrenadores buscarán recuperar a sus jugadores para llegar en las condiciones óptimas para definir los pases a Cuartos de Final.
Se viene la etapa más lindo del Mundial.