El impuesto de 35% a las compras con tarjeta de crédito en el exterior, sumado a los vaivenes siempre en alza del dólar y del peso chileno, hicieron que este año la concurrencia de mendocinos a las playas de Chile fuera menor.
Pese a esto, para muchos, cruzar la cordillera para poder contemplar el océano Pacífico es una especie de tradición que ni la constante amenaza de temblor puede romper y por ello hicieron recortes por aquí y por allá en su presupuesto para poder cumplir, una vez más, con su destino preferido para vacacionar. Una de las estrategias elegidas fue venir en grandes grupos, para reducir el costo de alquiler.
Para los viajeros frecuentes -seguramente recordarán que muchos años anteriores- era común observar grupos grandes de jóvenes con sus mochilas a cuestas rondando por las calles de Reñaca. Este año, el panorama, si se quiere, fue desolador, ya que la conocida esquina del "Barco" (un edificio de departamentos con esa forma), lució llamativamente vacía.
Fue el caso de Camila que viajó junto a su familia, con quienes paga unos 800 pesos diarios. "Nos quedamos hasta el domingo. Estamos pagando la mayoría de las cosas con efectivo. Con dólares comprados en el mercado paralelo o por la vía normal", dijeron.
Armando Aros, de la inmobiliaria Propiedades Vip, explicó: "En esta época, lo que más arrendamos es a grupos de familias grandes que necesitan casas o departamentos de más de tres dormitorios. Este año no han venido muchas familias chicas o parejas. Ahora, propiedades de un dormitorio es lo que más nos sobra", dijo el corredor.
Por otro lado, Aros especificó algunas de las causas que explican la baja en los alquileres para este año. "El clima no ha sido el mejor, al menos para los días anteriores a Año Nuevo. Obviamente, el cambio perjudica a los argentinos pese a que los valores de los alquileres se han mantenido", dijo y agregó que un departamento con tres dormitorios cuesta unos 170 dólares diarios; mientras que uno de dos, 125 dólares y uno de una habitación, 95.
Aros añadió que este año se ha notado una baja importante en las consultas. En octubre, recibían unas diez por día, mientras que luego del aumento del impuesto al 35%, éstas bajaron a dos o tres. "La estadía promedio es de siete días y para la segunda quincena de enero y la primera de febrero hay reservas, pero no tantas como en otros años", indicó.
Andrea Vega, jefa de reservas del hotel Pieros, ubicado en la calle Segunda, señaló que están manejando para enero un nivel de reservas de 60%, aunque la noche del 31 de diciembre el complejo estuvo totalmente ocupado. "La gente se está quedando una semana como mínimo y la mayoría paga con tarjeta de crédito. Los precios han subido un poco, pero no mucho", admitió.
En este hotel los precios son de 115 dólares para las habitaciones simples y 125 dólares para las dobles. De allí los valores ascienden.
Jorge Montenegro, propietario de Brisas del Mar, un hostal que también tiene cabañas, explicó que las familias son las que más están solicitando alquiler. "Estoy recibiendo muchos pedidos de reserva, pero de grupos familiares. Estoy cobrando para ellos 45 mil por noche con un mínimo de dos jornadas. Me parece una cifra razonable", dijo y agregó que los grupos numerosos se quedan al menos seis días.
Algunos problemas
El mendocino Gerardo Alcobas pudo alquilar un departamento con balcón con vista al mar por 85 dólares aproximadamente. Pese a que excedía un poco su presupuesto, no se lamentó cuando pudo ver, de frente, el océano. "Habíamos alquilado con otra persona por menos plata, pero pese a haberla reservado con tiempo, nunca apareció y tuvimos que salir a buscar. Es un poco caro, pero creo que vale la pena", contó el joven que viajó junto a su novia para hospedarse por una semana.
En tanto, Jorge Montenegro, propietario de un hostal, dijo que cuatro grupos de jóvenes mendocinos adujeron haber sido robados para no tener que pagar la estadía, algo que lo llevó a perder más de 2 mil dólares.
"Los cuatro grupitos, respectivamente, me dijeron que les habían robado algún objeto para no tener que pagar el alojamiento. Pese a que les dije que hicieran la denuncia a carabineros, nunca la hicieron. Para no hacerme mala sangre, los dejé ir. Pero ya no le alquilo más a los chicos".
Leonardo decidió hospedarse en Viña del Mar para ahorrar algunos pesos. Pero el hotel elegido, en pleno centro, no cumplió con sus expectativas, ya que no presentaba limpieza en el cuarto y además tenía problemas de plomería. "De la ducha solo salía un chorrito. No te podías ni enjuagar la cabeza", dijo con una sonrisa resignada.