El yacimiento de Vaca Muerta puede ser la solución para los problemas de abastecimiento energético que enfrenta el país, pero aún hace falta sobrellevar varios escollos. Hay problemas tanto de infraestructura como de política económica, según explicó Alex Fleming, director de Oil y Gas de la consultora Ernst & Young.
“Antes de invertir, los inversores internacionales miran algunas cuestiones del país, como la exigencia de utilizar partes locales en las perforaciones, las restricciones al movimiento de dinero (del país al exterior) y temas de propiedad”, detalla Fleming.
En un presentación que hizo en Neuquén en un congreso de shale, Fleming también planteó algunos aspectos conectados con el crecimiento que llevaría Vaca Muerta. Hace falta implementar mejoras en el mercado de trabajo, la logística y también con los proveedores.
Argentina está pagando U$S 77 por barril de petróleo, un precio que no abona otro país en el mundo. ¿No es suficiente “gancho” para atraer inversores?, se le consultó a este estadounidense. “Cualquier compañía quiere entender sus ingresos y costos, determinar cuáles son los costos totales y las barreras existentes”, asegura. “Los inversores quieren saber cómo incidirán las elecciones. Pero hay otros factores. El mercado laboral es difícil de entender. Hay sindicatos nacionales, provinciales y municipales con los que negociar”, observa.
Fleming ve esfuerzos por parte de YPF para bajar costos de perforación de los pozos, aunque aún están lejos de los de EEUU. También cree que Vaca Muerta necesita mayor cantidad de perforaciones. Mientras tanto sugiere preparar la logística. Eso requiere “inmediata inversión en las rutas, porque las actuales se verán sobrecongestionadas rápidamente”. También receta que el tren pueda llevarle material a los proveedores de Vaca Muerta. “Cada retraso en la entrega puede detener el trabajo en múltiples pozos y eso tiene costo”.