La justicia aceptó el cambio de carátula por "intento de femicidio agravado por el vínculo" en el juicio a Gustavo Albornoz, acusado de golpear y prender fuego a su por entonces pareja, Karina Abregú -quien se salvó arrojándose a una pileta-, en el comienzo del juicio oral que comenzó ayer y culminará mañana.
"Ayer logramos que se cambie la carátula que estaba como 'intento de homicidio' por 'intento de femicidio agravado por el vínculo', para nosotras fue un paso muy importante", sostuvo Carolina Abregú, hermana de Karina.
En la primera jornada del juicio oral, que se lleva adelante en el Tribunal Oral 1 de Morón, declararon Karina Abregú, dos médicas del Hospital Eva Perón, quienes atendieron a la víctima, y dos testigos por parte del acusado.
"La declaración de Karina fue muy buena, pese a lo difícil de revivir toda la situación, pero fue clara y contundente", sostuvo Carolina, quien también declaró en la primera jornada.
Para hoy está prevista la declaración de tres peritos, uno de parte y dos oficiales, y de vecinos de la ex pareja, en tanto mañana declararán otros testigos del acusado y se leerán los alegatos.
"Los fiscales y los jueces han sido muy respetuosos durante el proceso, confiamos en que habrá justicia", indicó Carolina y añadió que "también hemos sido acompañadas por organizaciones sociales y los medios de comunicación nos trataron muy bien, siempre estaremos agradecidas".
"El 1 de enero de 2014, Albornoz me roció con alcohol y luego me prendió fuego. Después me llevó al hospital Eva Perón de Merlo -oeste del Conurbano-, donde me atendieron pero no realizaron ninguna denuncia", relató Karina Abregú.
Abregú: "En el hospital Eva Perón me atendieron pero no hicieron la denuncia".
Más tarde, su familia realizó una denuncia por averiguación de ilícito y dos meses después la Justicia comenzó a buscar pruebas del ataque, pero no halló nada pues el acusado había limpiado el lugar.
"Sigue con hostigamientos y persecuciones para cumplir su promesa de que si salía viva no iba a parar hasta matarme", contó Karina y detalló que "aunque tiene una orden de restricción perimetral, no la cumple y nadie hace nada, por ejemplo, en las últimas elecciones me estaba esperando en la puerta de la escuela donde voté".
Y añadió que "él sigue trabajando en la empresa de donde a mí me despidieron; él vive su vida como siempre y yo estoy presa en mi casa con miedo".