El precio del vino siempre es un motivo de conflicto, tires y aflojes, y negociaciones arduas y largas entre productores y bodegas. Como cualquier producto que está a merced de las contingencias climáticas, su valor se termina de definir en base al mercado -a la oferta y demanda-, así como a la situación micro y macro de la economía. De este modo, el panorama de los varietales de primeras zonas no disiente mucho del de la zona Este.
La realidad es que los contratos de precios que se están cerrando este año son motivo de fuertes dolores de cabeza para más de un productor. En base a un informe presentado por un grupo de productores a Los Andes, el precio de los varietales en 2015 sigue los mismos e incluso menores valores que en 2011.
Para el caso de los varietales, bodegas grandes pagaron por un kilo de uva malbec de zona centro en 2011 entre $ 3,30 y $ 4,70. Hoy, están pagando por igual uva y calidad, entre $ 3,45 y $ 4,40.
Esto demuestra que la evolución de precios fue entre el 1% y el 2%. La realidad de la misma variedad, pero del Valle de Uco, deja un panorama aún peor. Y es que entre 2011 y 2015 el precio cayó en algunos casos hasta un 12%, pasando de valer $ 5,65 en 2011 a $ 5,00 hoy.
Lejos están estos números de los costos de producción por hectárea en estas zonas, que aumentaron en ese mismo período 256%, pasando de $ 17.229 en 2011 a $ 61.327 en 2015.
Además, “si a los valores de las uvas se los compara con la evolución de la cotización del dólar, también queda al descubierto lo lejos que están los productores de recibir el valor necesario para poder absorber costos y manejar rentabilidad”, acentuaron los productores elaboradores del informe.
Con respecto a esto, el informe señala que en los últimos cinco años la evolución de la moneda estadounidense fue del 117%, ya que en 2011 estaba a $ 4,07 por cada dólar, a estar hoy -según el valor oficial- a $ 8,86.
Frente a esto, los mismos productores de primeras zonas señalan dos realidades. Por un lado “están las bodegas grandes, como pueden ser Catena Zapata, Peñaflor, RPB, entre otras, -que en definitiva son las que marcan la cancha-, que pagan valores muy por debajo de los costos y este año no negocian ningún tipo de aumento argumentando que la rentabilidad no les da. Mientras que por otro están aquellos establecimientos medianos y pequeños, que están pagando incrementos pero muy por debajo de los costos por hectárea”.
Con respecto a esto último, que mostraron algunos ejemplos de malbec de pequeñas bodegas, las cuales están pagando aumentos cercanos al 20%.
Estas empresas pagaron aproximadamente $ 4,82 por un malbec de zona centro en 2011, y hoy los contratos se cerraron en $ 5,78. Para los de Valle de Uco fue un número más interesante, ya que pasó de $ 5,50 en 2011 a $ 6,84 en 2015 (24,36%).
Mercado alicaído
Referentes del sector señalaron que este año se está pagando menos porque la calidad no es la misma que la de otras temporadas. Según las fuentes consultadas, este año recibieron mucha uva podrida que no va a poder ir a proyectos que tenían pensados y van a tener que destinar ese vino a líneas más bajas.
Haciendo números, remarcaron que es lógico que se paguen los números de los cuales se habla. No obstante, también acentuaron, que para la uva de calidad parecida a la de años anteriores, los aumentos son cercanos al 10% y para las blancas como chardonnay -base del champán- el incremento es del 20%.
Además, algunos de los ejecutivos aclararon que también está la otra cara de esta realidad, y es que durante años los productores aumentaron el precio de la uva aprovechando que la oferta era menor.
Según ellos, en ese entonces se les pagó lo que pedían. Hoy, al haber sobreproducción, es “lógico que el precio esté alicaído”. Además, sumaron que los mercados interno y externo están en caída y se han perdido mercados, por lo que la situación financiera de las empresas no es la óptima.
Sebastián Lafalla, de la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM), señaló que son muy pocas las bodegas que están pagando un 10% más que en 2014, sobre todo si son de las más grandes. Estas últimas, para Lafalla, mantienen su postura de continuar con el mismo precio.
“Las bodegas fraccionadoras especulan con la coyuntura y en base a eso realizan los contratos y no hay nadie que regule. Argumentan que la inflación y el tipo de cambio no las está beneficiando”, sentenció. En contraparte, “nosotros tenemos un producto perecedero que tenemos que sacar”. Para este dirigente las bodegas deberían pagar un 40% más.
Por su parte, Susana Balbo, presidente de Dominio del Plata, la bodega está pagando en promedio un 15% más que en 2014 y para aquellas de mayor calidad -que representan un nicho muy pequeño- el aumento rige en el 25%. Para esta empresaria, el precio que se está pagando no tiene relación directa con la calidad. Balbo indica que en realidad es cuestión de oferta y demanda.
“Cuando hubo escasez de uva los productores pidieron aumentos cercanos al 300%, pasando de $ 2 el malbec a $ 6. Hoy hay sobreoferta y las condiciones no son las mejores para la venta de vino. Por tal caída de demanda se dan los actuales valores de mercado”.
Sin embargo, destacó un punto, y es que frente a la actual coyuntura es importante que el productor se especialice en su rubro, ya que para la empresaria la solución no es que el Estado salga a comprar o subvencionar vino.
Zona Este, la más perjudicada
Actualmente, los productores mendocinos de la Zona Este manifestaron la preocupación y la desazón por los precios que se están pagando. Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, señaló qué lejos están los números de permitir cubrir los costos. Consideró que por la caída del consumo interno y las exportaciones, "las bodegas, antes de rescindir rentabilidad, absorben sus costos con los productores".
Por su parte, Gabriela Lizana, de Aproem, detalló que dependiendo de la posición dominante de la empresa es el valor que se paga. Sin embargo, actualmente, en el caso de las uvas criollas el precio que se está pagando es de $ 0,70. No obstante, señaló que son muy pocas las bodegas que han comprado uva, porque han forzado al productor a elaborar vino, cuyos precios van desde $ 1,70 para el blanco escurrido, hasta un malbec a $ 5 .
Para la dirigente del Este, por quinto año consecutivo, los precios de los vinos no se han ajustado a la inflación. A todo esto, agregó que las formas de pago son otro abuso de las bodegas.
“Muchos establecimientos -continuó Lizana- pactaron plazos de seis meses. Hoy lo han modificado y empezarán a pagar en setiembre cuando lo acordado fue junio. Es decir, estamos frente a compradores concentrados de uva que utilizan un producto sin haber ni siquiera comenzado a pagar las uvas”.
Reabre registro para exportar con diferencias
El ministro de Agroindustria de Mendoza, Marcelo Costa, explicó que se trata de los 500 millones de pesos prometidos por la Nación para exportar y de este modo sacar del mercado los 200 millones de litros de sobrestock.
La Provincia -con fondos de la Nación- ofrece subsidiar $ 0,75 por kilo de uva vinificable para exportación a cambio de que las bodegas paguen, como mínimo, $ 0,85 por kilo, con la finalidad de que dicho productor reciba como mínimo $ 1,60. En este sentido, explicó que se trata de una ampliación del convenio firmado el 14 de enero con algunas aristas diferentes.
Antes la bodega sólo podía negociar vino blanco escurrido 2014. Ahora, con esta ampliación, se podrá ingresar vino blanco o tinto, y de la cosecha 2014 y 2015.
Según el ministro, este fue el anuncio que realizó el miércoles la presidente Cristina Fernández, cuando estuvo en nuestra provincia.