No puede menos que catalogarse de acertada la decisión de la Municipalidad de Las Heras de convertir en centro cultural las instalaciones del ex casino de Uspallata, clausurado para ese funcionamiento en 2016.
La determinación de materializar el cambio de destino del inmueble fue tomada tras la solicitud de la comunidad, gestión apoyada por la Fundación Vivencias Argentinas, una institución empeñada en la promoción de la juventud y los valores nacionales. Esta organización altruista presentó la propuesta a la comuna departamental en 2012 y, aunque no tuvo respuestas inmediatas, nunca abandonó la militancia en esa cruzada.
La iniciativa proponía crear un espacio multiuso en el edificio del entonces Casino para ser destinado a actividades recreativas, encuentros de la comunidad, bailes, exposiciones y otras manifestaciones.
Niños, adolescentes, adultos y personas mayores disponen ahora de un espacio conveniente para aprender y desarrollar distintas actividades, como teatro, tallado de piedra, plástica, artesanía en madera, cerámica, clases de yoga, tango, canto grupal, violín, guitarra y teclado, entre muchas más opciones que se irán sumando de acuerdo al interés y petición de la población que vive en esa zona de la montaña. Es además un mensaje claro para los adolescentes y jóvenes que tendrán ahora posibilidades de desarrollo e integración.
Lamentablemente los casinos, bingos y el negocio de las máquinas tragamonedas han proliferado en diferentes sitios de la provincia. Lugares cuyos habitantes muchas veces afrontan necesidades de todo tipo, y la oferta de obtener dinero fácil, generalmente arruina más al que se deja llevar por la tentación de una ganancia que suplemente sus modestos ingresos.
Adherimos en este sentido al concepto vertido no hace mucho por la Pastoral Social de la Iglesia de Córdoba, que reiteró su condena a los juegos de azar. En su pronunciamiento, el organismo de la Iglesia sostuvo que "se deben distinguir claramente las actividades lúdicas, como son la recreación, el deporte y el esparcimiento, de la perniciosa influencia de los juegos de azar, en especial los que se brindan en los casinos".
Los pobladores de la villa uspallatina dispondrán entonces de un lugar apto para la gestión cultural y social. Inclusive con un criterio de amplitud de criterio y vecindad con otras localidades de alta montaña, las instalaciones podrán ser compartidas con expresiones que surjan en pueblos como Polvaredas, Puente del Inca y Las Cuevas. La disponibilidad de varias salas acondicionadas para su nuevo uso, antes destinadas al juego, hará posible que la extensión cultural sea generosa y abierta a todos. Por supuesto que la impronta local deberá ser tenida en cuenta con alguna prioridad, en atención a la diversidad cultural de la población de Uspallata, que cuenta con expresiones variadas, incluidas las muy ricas de los pueblos originarios allí basados y los matices costumbristas y folclóricos que se observan en la zona, que deberán ser mantenidos y difundidos.
Debe valorizarse también el quehacer de la Fundación Vivencias Argentinas que, en los últimos 20 años, ha trabajado mucho con la comunidad de Uspallata y Alta Montaña, con propuestas de creación de un museo de sitio en Punta de Vacas, la revalorización del Sitio Histórico Combate de Potrerillos (entre 1996 y 1999), una propuesta de ampliación del Parque Provincial Aconcagua a la Quebrada de Matienzo, y la participación en actos patrióticos. La misma entidad se ha opuesto a la tala de la arboleda del camino a Villavicencio.
