Si bien sólo parece que algo así podría significar una diferencia en la apariencia, es decir algo simplemente estético, tiene un gran impacto sobre la postura, la circulación, la respiración y hasta podría tener un impacto en el sistema digestivo o produciendo jaquecas crónicas.
A esto se agrega que en la zona de los bustos la piel es mucho más sensible y es una zona que acumula gran cantidad de vasos sanguíneos, por lo que si se utiliza un sostén que no sea de la talla adecuada pueden producirse irritaciones, dolores, lastimaduras y hasta migrañas debido a un bloqueo en la correcta circulación sanguínea.
Así es como algo tan simple como un corpiño puede arruinar el día sin siquiera imaginarlo, generando de manera casi imperceptible problemas respiratorios o posturales que devengan en una incorrecta oxigenación de la sangre produciendo sensación de ahogo, mareos y dolores de cabeza, además de posibles incomodidades debido a laceraciones en la piel producidos por la misma prenda.