Uruguay y su amateurismo

Sólo cuatro miembros del plantel son profesionales, mientras que el resto se entrena antes o después de sus obligaciones profesionales o de estudio.

Uruguay y su amateurismo

El seleccionado de Uruguay, Los Teros, que ha regresado a la Rugby World Cup tras 12 años de ausencia, mezcla en su plantel a tan sólo cuatro jugadores profesionales, con los demás integrantes que enfrentan la difícil tarea de combinar sus compromisos con el seleccionado con sus trabajos y vidas familiares.

Dentro de los 31 rugbiers que están en la nómina del conjunto uruguayo en Inglaterra hay un médico, un economista, un diseñador gráfico, un empresario de Internet y un par de publicistas, además de varios estudiantes.

El capitán Santiago Vilaseca (URU) trabaja en un banco y ya utilizó sus vacaciones que le corresponden para este año en viajes para jugar en el extranjero, de modo que ahora debe estar sin goce de sueldo mientras lidera a su equipo en el torneo. El equipo sudamericano deberá enfrentar a Australia el domingo en lo que será su segundo encuentro en la competencia, dejando atrás la dura batalla del domingo contra Gales en la que los uruguayos perdieron 54-9.

"Al salir de la oficina llego a mi casa a las 8, y debo empezar a entrenarme a las 7 de la mañana", comentó. "Su esposa no está muy contenta", agregó en tono de broma el entrenador Pablo Lemoine (URU), mientras Vilaseca contaba cómo hace para estar en el equipo y ganarse la vida.

Su compañero de equipo, Alejo Corral (URU), se encuentra en una situación semejante, aunque reside en Argentina, en donde trabaja en el departamento de comunicaciones del Ministerio de Seguridad del Gobierno de Buenos Aires.

“Es mucho sacrificio, mucha entrega, y nunca estás en casa”, dijo. “Hay que compaginar la vida familiar y la vida del trabajo con el entrenamiento, y las horas que tiene un profesional para descansar vos no los tenés; tenés que ir a trabajar.

Me entreno muy duro por la mañana, termino agotado y después tengo que ir a sentarme atrás de un escritorio”, agregó.

En Argentina juega para el San Isidro Club, uno de los clubes más exitosos del país, con 25 títulos, el más reciente en 2011.

"Tengo la suerte de que mi jefe mi apoya y la gente con quien trabajo está muy orgullosa de mí. Esas horas de descanso son la diferencia para poder recuperarte y sin embargo estás ahí trabajando, con la cabeza mentalmente acelerada y eso no te deja enfocarte en el rugby, porque tenés que concentrarte en otras cosas y cumplir con otras exigencias, porque es con eso que mantenés a tu familia, no con el rugby. El deporte está en un segundo plano por cuestiones de obligación, así que es muy sacrificado”, señaló también.

Los cuatro profesionales de la selección son Agustín Ormaechea, quien juega para el club francés Stade Montois; Mario Sagario, quien está en Massy; Felipe Berchesi, en Carcassonne; y Gastón Mieres, quien forma parte del equipo italiano Valpolicella.

Se abre la segunda fecha con 3 partidos

La Copa del Mundo de rugby se reanudará con tres encuentros, uno de ellos clave para la definición de la fase inicial: el que sostendrán Escocia y Japón, en Gloucester, desde las 10.30 de la Argentina.
En principio iba a ser un partido más, pero el triunfo de los nipones ante Sudáfrica en la primera jornada del Grupo "B" cambió todo y obligó al resto de los equipos participantes en esa zona a sacar la calculadora porque desde hoy tendrán que realizar cuentas.

Sin dudas, e inesperadamente, el Grupo “B” pasó a tener un atractivo similar al “A”, en el que Inglaterra, Gales y Australia se sacarán chispas. Los Wallabies debutarán en el torneo mañana enfrentando a Fiji en el Millennium Stadium de Cardiff, a partir de las 12.45, y deberían dar su primer paso con una victoria clara, que les permita alcanzar transitoriamente a sus dos principales adversarios, que arrancaron la competencia ganando con punto bonus.

Finalmente, desde las 16, Francia, con varios suplentes, buscará su segunda victoria en el torneo cuando enfrente a Rumania en el estadio Olímpico de Londres. Debería ser un mero trámite para los galos.

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