Desde hace unos años se instauró una nueva tendencia entre los alumnos de 5° año de la secundaria: el UPD.
El “último primer día” es la jornada de festejo antes de empezar el primer día de clases. En general, se trata de una juntada de los alumnos del mismo curso o promoción horas antes de entrar al colegio. El encuentro se puede hacer en una casa, una plaza, un club o un salón dependiendo del nivel de organización de los chicos.
La mayoría de los estudiantes hacen un fondo común y compran bebidas y comida. Ese día suelen estrenar sus remeras y buzos de promoción.
La idea es pasar toda la noche despiertos bailando y tomando alcohol para llegar a la escuela sin dormir. Desde el punto de encuentro hasta la escuela van caminando en grupo, cortando las calles, tirando pirotecnia, cantando con cornetas y bombos, bengalas y espuma.
A raíz de los excesos y de las condiciones en que muchos adolescentes llegan a las escuelas que desde el Gobierno de Mendoza anunciaron un operativo para el próximo domingo por la noche.
¿Qué estrategias usan padres y docentes para controlar el UPD?
Muchos colegios suelen organizar reuniones de los padres de los alumnos del último año a fines del curso anterior o durante las vacaciones, para pedirles trabajar en conjunto para contener el consumo de alcohol durante esta fiesta.
También se arman “patrullas de padres” que controlan a los chicos en lo parques e incluso en el ingreso al colegio.