Con un fuerte y convencido "¡Sí, prometo!", Adriel Mestre (9) cumplió ayer por la mañana con un deseo que le había quedado trunco. Cuando le faltaban sólo unas semanas para jurar la bandera junto a sus compañeros de 4° grado de la escuela Don Bosco, en junio pasado, le detectaron leucemia y tuvo que dejar de ir a clases para enfocarse en su tratamiento.
Sin embargo, no abandonó sus estudios, sino que ingresó en la Modalidad de Educación Domiciliaria y Hospitalaria de la DGE gracias a la cual pudo terminar el año.
Cómo él, unos 4.000 chicos de toda la provincia pasaron por esta modalidad durante 2017 tanto en nivel inicial, primario y secundario. Esta cifra es notablemente superior a los 3.096 con cerró 2016.
El objetivo de esta alternativa que ofrece la DGE es escolarizar a todos aquellos alumnos que por una enfermedad prolongada no pueden asistir a la escuela. A ellos se les realiza un acompañamiento tanto en el hospital como en el domicilio.
“En nivel inicial y primario tenemos alrededor de 70 docentes y en el secundario son alrededor de 100 docentes, dependiendo de las necesidades”, precisó la coordinadora de la modalidad, Fabiana Matus.
En cuanto a las enfermedades más frecuentes que llevan a solicitar esta alternativa enumeró las traumatológicas y las oncológicas. “En niños de nivel inicial y primarios también aparecen muchos problemas digestivos y neurológicos, hasta algunos problemas emocionales. En secundaria tenemos casos de embarazos de riesgo con indicación de reposo absoluto”, enumeró Matus.
El tiempo de permanencia con este sistema varía de acuerdo al estado de salud del alumno: “Tenemos niños que transcurren por la modalidad durante 30, 40 a 50 días, también varios meses o todo el año”, añadió.
Si bien hay un horario de cursado establecido, este sistema se adapta a las posibilidades del estudiante. “En el nivel inicial se dictan clases dos días a la semana de 1 hora y 20 minutos, mientras que en primaria y secundaria son dos días, pero de 1 hora 40”, explicó Matus, quien aclaró que se dicta la misma currícula que en la escuela común.
Para poder hacerse efectiva, la modalidad cuenta con su propio protocolo de articulación: “Cuando la escuela de origen detecta a un alumno en situación de enfermedad le avisa a la escuela referente más cercana, que es la que brinda el servicio. A partir de ahí empieza todo un procedimiento que incluye la presentación de los certificados médicos y toda la documentación de rigor”, detalló Matus.
Mendoza es pionera
A pesar de ser desconocida por muchos mendocinos, la Modalidad de Educación Domiciliaria y Hospitalaria de la Dirección General de Escuelas comenzó a funcionar hace más de 70 años.
De hecho, nuestra provincia fue pionera al implementarla: el 15 de setiembre de 1939 se creó la escuela N° 2-003 Dr. Silvestre Peña y Lillo, primera escuela hospitalaria del país.
Empezó en el Hospital Emilio Civit el 15 de setiembre de 1939 y luego se trasladó al hospital pediátrico Humberto Notti, donde funciona actualmente.
A partir de este año todos los 15 de setiembre se conmemora el “Día Provincial de la Modalidad de Educación Domiciliaria y Hospitalaria”.
