Ya son 15 las personas detenidas y penadas por utilizar cauces de riego para bañarse, como también por realizar taponamientos con ese fin en los distintos canales e hijuelas en el departamento de San Rafael. Es que por primera vez desde que se sancionó en abril la modificación del Código de
Faltas de la provincia que da competencia a los jueces de Falta a actuar y sancionar a los bañistas y autores de los endicamientos, se comenzó a aplicar en un trabajo conjunto de la policía de Mendoza, Irrigación, inspectores de cauce y la Justicia.
Refrescarse cuando las temperaturas rondan los 40° no tiene límites al momento de buscar dónde y cómo hacerlo. Cada año muchos bañistas en improvisados balnearios pierden la vida, además de causar costosos daños en los canales e hijuelas. Estos taponamientos provocan desbordes y socavones que llevaron en varios oportunidades al consejero del río Diamante a realizar la denuncia judicial para evitar que se sigan realizando en San Rafael y que se perjudique la red hídrica.
La cuenca del Diamante es la primera en aplicar la ley que fue impulsada por el senador Javier Cófano y sancionada y publicada en boletín oficial en abril de 2015.
La modificación del Código de Faltas da competencia a los jueces de Faltas de toda la provincia para actuar y sancionar a quienes incumplan la ley provincial 8784 que prevé pena para bañistas y para quienes realizan tapones en cauces y los convierten en piletas.
El juez de Faltas de San Rafael, Oscar de Diego, es quien encabeza esta iniciativa. Con la ayuda de la policía se trata de persuadir a los bañistas, quienes por lo general se ponen violentos y arrojan toda clase de material sobre los efectivos policiales. Los detenidos son imputados y luego deben cumplir con trabajos comunitarios.
La ley 8.784 establece que se incluya en el Código de Faltas, ley N° 3.365, en el Título VI “Faltas Contra la Seguridad Pública” el artículo 84 bis “Uso indebido de cauces de agua”, a partir del cual se establece que sea sancionado con trabajos comunitarios el que utilice para bañarse los canales de riego, represas, diques derivadores, tomas y cualquier obra hidráulica de la Provincia.
El que arroje sobre los cauces, tacos, maderas, piedras, o cualquier otro elemento que obstaculice el normal escurrimiento de las aguas por la red de riego de la Provincia, y el que deteriore por cualquier tipo de actividad los cauces, las obras de toma, los taludes de los canales, las compuertas o cualquier obra hidráulica de conducción del agua”.
En San Rafael, hay varios cauces que son críticos por estar cercanos a centros urbanos, como los canales Cerrito, Rama Caída, Toledano, Pavés y Bombal, entre otros. Es habitual ver bañistas en estos cauces, por lo que la policía recorre estos lugares para persuadirlos de los peligros de bañarse en esos lugares. Además, en forma permanente deben retirarse de los cauces diversos elementos utilizados para hacer tapones como chapas metálicas, rejas, laminados, ventanas, puertas, maderas, plásticos y ramas de árboles entre otras cosas.
“En temporada de verano tenemos en la cuenca del Diamante tres o cuatro episodios diarios de taponamientos de cauces. La premisa es seguir generando prevención y accionar conjuntamente, decirles a los bañistas también qué les puede pasar si se refrescan en canales, diques, hijuelas y los peligros que existen. Además debemos resguardar los derechos de los regantes ante quienes causan daños a los canales e impiden la función principal que es el riego”, expresó Oscar Demuru, consejero del Departamento General de Irrigación por la Cuenca Río Diamante.