El desenlace de la pelea entre el Gobierno y los docentes por el incremento salarial llega cargado de una fuerte tensión. Es que en el medio de un nuevo paro de maestros (el tercero en menos de un mes), y con una movilización que promete ser mutitudinaria, hoy la Cámara de Diputados tiene que votar el aval al decreto que otorga el aumento por afuera de la paritaria.
Pero esta votación, clave para la estrategia del gobernador Alfredo Cornejo de cara al “año paritario” que recién se inicia, está cargada de incertidumbre por la actitud de uno de sus aliados, el massista Guillermo Pereyra.
Este representante del Frente Renovador, proveniente del sindicalismo mercantil (es titular del Centro de Empleados de Comercio), no sólo no dio su apoyo explícito al decreto de Cornejo, sino que ahora muestra una posición distinta a la del oficialismo.
Sin haber accedido a las consultas periodísticas, el titular del CEC envió un comunicado en el que “intima” a todas las partes, “a suspender la sesión” de hoy, con el fin “de buscar una solución y agotar el diálogo”.
La referencia es, claramente, ante los fuertes cruces que se produjeron el viernes pasado en el Senado. Es lo que sucedió cuando el oficialismo impuso su mayoría por 21 a 17, y dio sanción a la refrenda del decreto que otorga 32% de incremento anualizado (en dos partes).
Pero que también incluye el resistido “ítem Aula”, que motivó violentas actitudes de unos 200 dirigentes del SUTE contra los senadores que lo votaron a favor.
Para hoy, se espera no sólo una gran cantidad de docentes en las afuera de la Legislatura, sino que además el Gobierno mostró “preocupación” porque “el gremio no dio garantías de que no habrá desmanes”.
Pero además, Pereyra da a entender que él mismo no votará a favor de ese decreto. Ni siquiera se abstendrá.
En un párrafo de su comunicado señala que “no tiene que haber una sesión en la que se desempate la pelea de una Mendoza dividida”.
Si se sacan las cuentas, la única forma en que puede haber un desempate en esta sesión, es si él vota en contra.
Contando voto a voto, y teniendo asistencia perfecta en el recinto, de un total de 48 diputados, Cambia Mendoza, con Pereyra incluido, tiene 25 votos. El Frente para la Victoria y el FIT, juntos, reúnen 23.
Si Pereyra falta o decide abstenerse, serán 24 los votos oficialistas, que seguirán siendo superiores a los 23 opositores.
Pero si el diputado-gremialista vota en contra, habrá un empate en 24, y tendrá que hacer valer su voto doble el presidente de la cámara, el radical Néstor Parés.
“Estoy seguro que no será necesario desempatar”, dijo a este diario Parés, antes de que se conociera el comunicado del legislador massista.
Pero por otro lado, si la propuesta de Pereyra, de no sesionar, prospera en la oposición, el radicalismo no podrá lograr su cometido: aprobar el decreto hoy para liquidar los sueldos de marzo con el aumento.
Para sesionar, se necesita la mitad más uno de los legisladores, es decir, 25 diputados presentes. Cambia Mendoza los tiene, sin necesidad de que esté el FIT o el PJ, pero con Pereyra sentado en su banca.
Ante esta propuesta, en el justicialismo no saben todavía qué harán. “No nos ha llegado la notificación aún, pero llegado el caso, nos reuniremos antes de la sesión”, dijo anoche la presidenta del bloque, Silvia Ramos, que igualmente -y al igual que en el Senado- adelantó el voto negativo de su bloque.
En el FIT también han anunciado su voto contrario al decreto. Pero ya en otras oportunidades han contribuido a no dar quórum. “Si el PJ no baja al recinto, nosotros no vamos a avalar el quórum”, dijo en una oportunidad Héctor Fresina, del Partido Obrero.
Así las cosas, la trascendente sesión de hoy no tiene la seguridad que el oficialismo necesita. Y lo que es peor, muestra la primera fisura de la alianza que llevó a Cornejo a ganar la elección del 21 de junio del año pasado.
A pesar del paro, la DGE pide que los chicos asistan
Por el tratamiento del decreto 228 en Diputados, los docentes realizan hoy un paro de 24 horas, el cual fue anunciado el viernes pasado, en el medio del desorden que se dio tras la aprobación en el Senado de la norma de Cornejo.
Desde la DGE, su titular, Jaime Correas, pidió a los padres que “lleven a los chicos a la escuela”, ya que aseguró que “todos los establecimientos estarán abiertos”. En tanto, desde el SUTE ampliaron la convocatoria a manifestarse en la puerta de la Legislatura.
“Esperamos que venga la misma cantidad de gente que estuvo en la movilización del 29 de febrero”, señaló Liliana Chávez, secretaria gremial del sindicato docente, luego de que bajara la adhesión en la segunda huelga.
Se supo además, que esa convocatoria ha incluido a gremialistas de otras provincias. Sobre esto, el Gobierno mostró su preocupación. “El SUTE no garantiza que no haya incidentes”, dijo Néstor Majul, del Ministerio de Seguridad. El funcionario se quejó además de los “escraches” que sufrieron varios legisladores durante el fin de semana y confirmó que “habrá mayor presencia policial” que el viernes pasado.
