La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a seis meses de prisión de cumplimiento efectivo contra uno de los jefes de la barra brava de Boca Juniors Mauro Martín por desobedecer una orden judicial que le impedía acercarse al estadio la Bombonera.
La Sala Primera del Tribunal, con las firmas de los jueces Ana María Figueroa, Norberto Frontini y Roberto Boico, dejó firme una condena impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal 24, que absolvió a Martín por el homicidio de Néstor Cirino, en agosto de 2011, pero lo condenó por el "delito de desobediencia".
En diciembre de 2011 regía una orden judicial de la jueza en lo Penal, Contravencional y de Faltas Carla Cavaliere que prohibía a Martín acercarse a menos de 500 metros del estadio de Boca, pero pese a ello fue detectado en ese lugar durante un partido definitorio contra Banfield, en el que el equipo de la Ribera se consagró campeón.
El fallo del Tribunal Oral dispuso "condenar a Mauro Leandro Martín a la pena de seis meses de prisión de cumplimiento efectivo y al pago de las costas" del juicio, pero al mismo tiempo dio "por compurgada la pena", pues había estado detenido preventivamente por el homicidio de Cirino, por el que luego fue absuelto.
La defensa de Martín, a cargo de los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, arguyó que el barrabrava "no conocía los alcances de la prohibición".
Pero la Cámara de Casación replicó que "se encuentra fuera de toda discusión que Mauro Martín, el día 4 de diciembre de 2011 aproximadamente a las 21 horas, desobedeció la medida restrictiva impuesta el 3 de noviembre de 2011".
"Se encuentra acreditado objetivamente -sin cuestionamiento de la defensa- que el nombrado se acercó a un radio menor a los 500 metros del estadio del Club Atlético Boca Juniors cuando estaba finalizando y desconcentrando el espectáculo deportivo llevado a cabo ese día, es decir, el partido de fútbol que disputaron los equipos de Boca Juniors y Banfield, en virtud del cual el primero de los nombrados resultó campeón del torneo", resumió el tribunal, que dio por probada la conducta "dolosa" del barrabrava.