Unir los pueblos a través del deporte es uno de los sueños de Silvia Vega, una profesora de Educación Física alvearense que se animó a hacer realidad sus ideales.
“Empecé a practicar deporte en un equipo municipal de hándbol, mi profe era Eduardo Amézqueta quien hoy es mi amigo. Toda la vida amé la actividad física, es parte de mí", contó Silvia. Tras hacer el secundario en el Instituto San Antonio, y participar en distintos torneos deportivos, se trasladó a la capital provincial a estudiar profesorado de Educación Física.
Título en mano, volvió a sus pagos y comenzó a ejercer la docencia en la escuela Pacheco y la de Compuertas Negras, ambas instituciones rurales.
"Ahí trabajamos en la ampliación del playón deportivo, en sacar a los chicos a campamentos y torneos. También en el nivel primario, secundario y en la Dirección de Deportes. Actualmente estoy en el colegio San Antonio y la escuela Ríos Mendocinos", afirmó Silvia.
Hace 13 años que Silvia se desempeña como docente en la escuela Ríos Mendocinos. En el 2003, año internacional de la Paz, a Silvia se le cruzó por la cabeza "hacer algo distinto".
Esa idea innovadora se transformó en la primera Posta por la Paz y el Progreso de los Pueblos, una posta atlética con el objetivo de difundir una de las necesidades centrales para el progreso económico de la zona, como es la construcción de la ruta Alvear-Malargüe y el paso Pehuenche.
"Considerábamos que recorriendo aquellas rutas de una manera distinta y a la vez dando a conocer la propuesta de tantos niños ansiosos por difundir su proyecto se aportaría algo muy valioso", apuntó la profesora Vega, dando cuenta del ambicioso objetivo que persigue dicha competencia.
En aquel noviembre de 2003, con un total de 120 personas (39 niños de 15 escuelas primarias), se logró parte de los objetivos. La posta comenzó solo a 1.500 metros del límite con Chile y no se pudo avanzar más por el estado de la ruta por la nieve acumulada.
En 2006 otra vez se propuso abordar el cruce, en diciembre con un total de 50 niños de los departamentos de General Alvear y Malargüe (más de 150 personas) se inicio la segunda posta, pero el cruce se volvió a frustrar.
Ya en febrero de 2009, con un total de 60 niños de General Alvear y Malargüe, se inició la tercera posta desde el límite, después de compartir vivencias tres días con los pobladores de la comunidad de Romeral (Chile); al fin se pudo largar desde el paso el Pehuenche para cruzar.
En febrero de 2012 se concretó la cuarta edición del proyecto: 50 niños y un total de 120 personas partieron desde el Paso internacional Vergara trotando en forma ininterrumpida. "Luego nos fuimos a la playa y fue una gran experiencia porque había muchos integrantes del grupo que no conocían el mar, fue un momento lleno de felicidad", rememoró Silvia.
Este año trabajan en la quinta edición, programada para noviembre, y así poder unir las comunidades de los dos países por medio del esfuerzo de un grupo de niños y adultos que de alguna manera quieren ser parte de la prosperidad y progreso de su pueblo.
"Siempre es algo nuevo, aunque se venga repitiendo. Tenemos unos 85 niños de 10 a 12 años y a eso hay que sumarles cada familia que está detrás. Nos juntamos los martes para realizar actividades como loterías, venta de empanadas para recaudar fondos y solventar los gastos para la posta porque son muy elevados", y destacó el esfuerzo.
La preparación incluye un entrenamiento atlético para que los chicos desarrollen la capacidad aeróbica necesaria.
El total de los kilómetros a recorrer es de 400 y estiman que demorarán entre 1 día y medio a 2 días. "Estamos haciendo recorridos de 4 km divididos en dos partes que simulan el mecanismo de la posta, ya que cada grupo va rotando cada 2 km", marca la profesora Vega.