Unidos por la danza y la sangre en el teatro Frank Romero Day

Entre los bailarines de la Fiesta de la Vendimia hay más de 20 familias que se reúnen en el escenario. Historias de hermanos que comparten “Sinfonía Iluminada de Gloria”.

Unidos por la danza y la sangre en el teatro Frank Romero Day

Compartir algo con los hermanos suele ser una de las cosas más comunes y tradicionales en la historia de toda familia (o de casi todas). Domingos con asados, confesiones necesarias, momentos de crisis o aunque sea la infaltable cena de fin de año, son algunos de esos momentos.

Para 23 familias mendocinas se suma a los mencionados otro escenario (en el sentido literal de la palabra) compartido: el del Frank Romero Day en cada Vendimia.

Los Ross, los Morales, los Magallanes, los Cazzanelli, los Trigo, los Zelaya, las Sánchez, las Torino, los Salgado, los Mancilla, los Godoy, los Aguirre, los Torres, los Sevilla, los Secarelli, los Méndez, los Giménez, los Aciar, los Palacios, los Ortiz, los Angulo, los Volgelman y los Cirica son los hermanos que desde hace ya varios años viven desde adentro la Fiesta Nacional de la Vendimia, bailando en el teatro griego.

Y entre sus anécdotas hay de todo: desde historias de amor (fugaces y no) hasta la emoción doble de ser protagonista de una de las noches más importantes de la provincia y de estar acompañado por su hermano de sangre en ese momento.

"Es un mes donde todo pasa por la Vendimia en nuestras vidas y en nuestras familias. Las juntadas familiares, las madres que se encargan de ajustar y hacerles retoques a los trajes, el acompañarnos al teatro griego con mate y galletitas para vernos ensayar; es todo Vendimia", coinciden los protagonistas.

En sus camarines primero y en el escenario de la fiesta mayor luego, los hermanos se animan a repasar algunas anécdotas de tantas Vendimias vividas juntos. Y de hacer alusión a otras historias que -probablemente- jamás saldrán a la luz. "Hay cosas que pasan en Vendimia y quedan en Vendimia. Es como en Las Vegas", coinciden entre risas.

En primera persona

Facundo y Tomás Zelaya tienen 30 y 28 años, respectivamente. Son hermanos, ambos estudiaron baile desde que eran niños y son bailarines folclóricos del Acto Central desde hace una década.

Luisina y Lucía Sánchez también son bailarinas, han participado en incontables Fiestas y también están en el grupo de hermanos de sangre y de Vendimia.

Los cuatro se conocieron bajo el cielo estival, entre cuecas y zambas, en el Romero Day y actualmente están casados (Facundo con Luisina y Tomás con Lucía).

"Fue muy loco lo que nos pasó con nuestras parejas. No estaba planeado ni nada", cuentan los hermanos Zelaya. Facundo se casó el año pasado con su mujer y "le echa la culpa" de esa decisión a una zamba que bailaron en la fiesta de 2009.
 
"Era una escena muy romántica, le pusimos mucha pasión y nos terminamos poniendo de novios después de esa Vendimia", recapitula el mayor de los Zelaya, quien transita la quinta Fiesta en compañía de su alma gemela.

Tomás conoció del mismo modo a Lucía, se pusieron de novios en 2010 y en 2012 se casaron.
Similar es el caso de Omar Ross (31), quien ya lleva 14 fiestas de forma ininterrumpida como bailarín y que comparte escenario con su esposa Gabriela, con sus tres hermanos y las parejas de ellos.
 
"Tengo un hijo de 4 años que se pone mi ropa cuando vuelvo de los ensayos y otro de 8 meses. Me gustaría que cuando sean grandes puedan seguir mis pasos y bailen en Vendimia", sueña en voz alta.

Acto seguido se refieren a esas anécdotas que no se pueden contar. "Pasa de todo acá, y todos sabemos todo. Nos enteramos de los amores de Vendimia, aunque a algunos nos enganchan para toda la vida", destacan, y vuelven a dar lugar a las risas, esta vez en forma de carcajadas.

Inseparables

Gabriela y Estela Torino tienen 38 años, son gemelas y viven en Ingeniero Giagnoni (Junín). Hace 21 años son bailarinas folclóricas, mientras que la segunda es además traspunte desde hace 9 años.

"Todos los años se hacen casting. Por lo general los bailarines que más años llevan siempre lo pasan, pero a veces nos ha tocado quedarnos afuera, y duele", cuenta Estela, resaltando que es "algo único" compartir esa noche tan especial con su hermana.
 
"Es increíble cómo ha mejorado todo. Se le da más importancia al artista y tiene más comodidades. Antes ensayábamos en cada departamento y viendo videos", sintetiza.

Pamela (31) y Agustín Angulo (29) también están en ese grupo, aunque con familia ampliada. "Nuestros primos también bailan y compartimos mucho. Al final de la Fiesta sacamos la foto familiar. Y nos vemos más durante este mes que en todo el año", confiesan.

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