El Frente Amplio Progresista FAP-UNEN vino al Valle de Uco. Una foto de unidad a los pies del monumento al general José de San Martín en el Manzano Histórico. Pero la ausencia por enfermedad de Pino Solanas (justificada por varios asistentes) conspiró en contra de esa imagen. Lo que quedó claro es que Hermes Binner y Julio Cobos comparten un destino de centroizquierda junto con Solanas, mientras que Ernesto Sanz trata de poner paños fríos en la mesa chica de la coalición y contener a Elisa Carrió adentro.
El motivo de la disputa es la inclusión de Mauricio Macri en el Frente. El eje Binner-Cobos ayer se mostró monolítico, juntos para resistir la presencia del Jefe de Gobierno porteño. Del otro lado, Carrió cree y jura que hará todo lo posible para que el jefe de gobierno porteño esté dentro de FAP-UNEN: “La gente quiere la unidad para derrotar al PJ y al narco-estado”.
La jornada arrancó al mediodía de ayer, bajo el sol del Manzano Histórico. Allí llegaron los referentes del FAP-UNEN para hacer una ofrenda floral en el monumento a San Martín. El primero en abrir el fuego fue Binner, quien prefirió correrse de la disputa por Macri y hablar de los problemas que deberá enfrentar el futuro gobierno para poner al país en la senda del crecimiento.
El segundo en llegar fue Cobos y el ex vicepresidente fue quien recogió el guante de la disputa por Macri. “El 22 de abril asumimos un compromiso, crear un espacio socialdemócrata que piense en recuperar las instituciones del país”, decía el mendocino.
Cobos y Binner ya lo habían adelantado cuando el sábado a la noche el ex gobernador mendocino recibió al ex mandatario santafesino en su casa. El mensaje es que el socialista y el radical tienen un acuerdo y buscan mantener afuera del espacio al porteño. No faltan quienes endilguen que las encuestas dicen que Macri está más arriba que todos los candidatos del FAP-UNEN y que en las provincias hay radicales que están buscando contactos con el macrismo para fortalecer sus chances electorales.
Cobos, casi a disgusto, recuerda que el Pro tiene poco desarrollo territorial en el país y que por eso necesita contar con candidatos en todas las provincias para fortalecer sus chances: “Que el Pro mire a los candidatos nuestros es una fortaleza nuestra. No van con los propios porque no los tienen”. Y luego indica que ningún precandidato se ha despegado tanto del resto como para asustarse. “Todos los partidos rondan el 20%. Y todos tienen sus problemas”.
El tercero en llegar fue Ernesto Sanz, titular de la UCR nacional. Y Sanz fue el “ni”. Recuerda la conformación del Frente Cívico y Social en 2009; recuerda que en 2010 Carrió y la Coalición Cívica se alejaron del espacio y en 2011 -todos divididos- perdieron las elecciones ante la actual presidenta Cristina Fernández. Sanz jura que hará todo lo posible para que Carrió esté adentro. “Estamos formando parte de un espacio que tiene una asignatura muy fuerte que es la de representar a millones de argentinos que quieren un cambio en la Argentina” decía el senador nacional.
Y entonces llegó Lilita. Ella fue breve: “Mi estrategia es que va a haber unidad nacional bajo la república y la Constitución y lo voy a lograr, cueste lo que cueste y le pese a quien le pese”.
Ante la consulta periodística acerca del desplante a Solanas, la partida a comer pizza y el humor social ante las divisiones de la oposición, Carrió se despachó: “La gente está chochísima. Quiere la unidad para derrotar al PJ y al narco-estado”.
La frase de Carrió es sugestiva para el lector mal pensado. Hablar de “narco-estado” cuando hace pocos meses el jefe de la policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, tuvo que renunciar por sus vínculos poco claros con el narcotráfico parece un misil dirigido hacia Binner.
Con @HermesBinner @SanzErnesto y @elisacarrio rendimos homenaje al Padre de la Patria en el Manzano Histórico. #UNEN pic.twitter.com/zgBTHx3TlB
Carrió almorzó con la cúpula del PD
El acto fue breve. Caminar desde el ingreso al predio hasta el monumento, poner una ofrenda floral al pie del caballo de José de San Martín y partir. Y la primera en irse fue Elisa Carrió. Algunos especulaban con que Lilita estaba enojada, pero no. Tenía una cita a almorzar con un par de dirigentes del Partido Demócrata, los aliados de Mauricio Macri en Mendoza: el titular del PD Richard Battagión y Gabriel Llano.
Que se pensara que Lilita estaba enojada no era descabellado. Llegó, lanzó sus misiles diciendo que trabajaría por la unidad “cueste lo que cueste” y luego, mientras todos los referentes de UNEN subían la escalera hacia el monumento le espetó de malhumor al titular de Libres del Sur, Humberto Tumini: “Acordamos que sólo subiríamos los cinco candidatos, Tumini”.
Luego de la ofrenda, Carrió desapareció. Su amigo y referente local Gustavo Gutiérrez hizo un comentario y la confirmación llegó desde el PD: Carrió almorzó en una propiedad que Llano tiene cerca de el Manzano.
Battagión decía que Carrió estaba trabajando para que haya unidad de toda la oposición y lograr que haya la conducción del país la ejerza otra fuerza política distinta al peronismo, pero “no veo un correlato en lo local. Nosotros estamos enfocados en una tercera vía”, por fuera del radicalismo y los socios de UNEN.
Una perlita adicional. Cuando iba hacia El Manzano en el auto de Gutiérrez, fueron detenidos (y multados) por no llevar las luces encendidas.
Encuentro con productores rurales
Cobos, Sanz y Binner también partieron aunque menos raudamente que Carrió. Tras el acto, todos se fueron Bodega Doña Elvira en Vista Flores. Allí hubo una reunión con representantes de cámaras y entidades del agro de toda la provincia. Los precandidatos escucharon a los productores e intercambiaron opiniones, mientras degustaban empanadas, sánguches de jamón crudo y vino.
Mientras la siesta avanzaba, en los alrededores del encuentro se veían muchas caras opositoras. Los precandidatos del radicalismo local Laura Montero, Alfredo Cornejo y Enrique Vaquié, algunos socialistas vernáculos como Manuel Liberal, Sebastián Melchor y Oscar Santarelli, los de Libres del Sur Graciela Cousinet, Ernesto Mancinelli y Karina Ferraris. También estaban los nacionales, como Humberto Tumini y Mario Cafiero, hijo del histórico dirigente peronista, quien pasara por el Frepaso, luego por la Coalición Cívica y ahora es el titular de Proyecto Sur de Provincia de Buenos Aires (partido de Pino Solanas).
Tanto Cafiero como Sanz fueron los que explicaron la ausencia de Solanas, que se debió a una intervención quirúrgica.
En cada rueda se comentaban infidencias. No faltó quien dijo que los chisporrotazos seguirán hasta marzo sin definiciones de nada, “sólo amagues”. Pasadas las tres de la tarde apareció Carrió en la bodega. Todos se sacaron fotos otra vez y se retiraron en paz, sin más bombas.