El Atlético Madrid que dirige el argentino Diego Simeone perdió en el desempate desde el punto del penal 5-3 la final de la Champions League ante Real Madrid en Milán, tras empatar 1-1 en tiempo suplementario en el Estadio San Siro de Milán.
Sergio Ramos anotó el gol de Madrid a los 15’ del primer período y el Atlético lo empató a los 34’ del segundo a través del belga Yannick Carrasco, quien al comienzo de ese segmento reemplazó al pergaminense Augusto Fernández, el único argentino en cancha porque Angel Correa permaneció en el banco de suplentes Colchonero.
A los 3’ del segundo capítulo, el francés Antoine Griezmann había estrellado en el travesaño un penal correctamente sancionado por el inglés Mark Clattenburg debido a una falta de Pepe sobre Fernando Torres.
El encuentro, tomado como “una nueva oportunidad” por el equipo del Cholo Simeone tras la final perdida en Lisboa en 2014, tuvo un trámite intenso y fue disputado al límite desde lo físico y emocional.
Ambos equipos tuvieron tramos favorables dentro de los 120’ de juego, pero fueron los disparos desde el punto del penal los que permitieron que el Merengue se alzara con su undécima Champions de la mano de Zinedine Zidane, quien se hizo cargo del equipo en octavos de final como reemplazo de Rafa Benítez.
Los siete primeros remates fueron ejecutados y convertidos con llamativa frialdad por Vázquez, Marcelo, Bale y Ramos, para Real Madrid, y Griezmann, Gabi y Saúl, para Atlético Madrid. Pero el octavo remate, el de Juanfrán, impactó en el caño derecho del costarricense Navas y le dejó la definición servida a Cristiano Ronaldo, de escaso aporte durante el juego, pero quien no falló en el disparo decisivo para decretar el 5-3 definitivo.
Así, Atlético Madrid, que también tiene en su plantel a Matías Kranevitter y Luciano Vietto, se quedó nuevamente con las manos vacías, mientras que su clásico adversario sacó un pasaje directo hacia el próximo Mundial de Clubes y a la Supercopa de Europa.