Los paros que se están llevando adelante en la Universidad Nacional de Cuyo son hechos de preocupación entre las partes que componen la comunidad educativa. Por ello, reunidos en el Consejo Superior en sesión extraordinaria autoridades universitarias, representantes de los profesores, estudiantes, personal de apoyo académico, egresados, padres e integrantes de Fadiunc junto a los padres autoconvocados, expusieron los argumentos de su punto de vista al respecto intentando llegar a un acuerdo común, por fuera de lo salarial, ya que eso compete al Gobierno nacional.
Sin embargo, el rector Pizzi ofreció un anticipo a cuenta de lo que aporte la paritaria, con fondos de la universidad, para que sea analizado por el gremio que representa a los docentes. “Creemos en la defensa del derecho a la educación y por la defensa legítima a un sueldo digno de los profesores, a quienes constantemente les exigimos más y más para seguir construyendo una institución acorde a la calidad educativa que nos caracteriza”, dijo la máxima autoridad universitaria.
Además, hacia el final de la reunión la totalidad de los presentes acordaron suscribir un documento que el rector acercará al Consejo Interuniversitario Nacional en defensa de los derechos de los docentes y en la búsqueda de acelerar la negociación paritaria que lleva adelante el Gobierno nacional.
Quienes quieran suscribir el documento pueden hacer llegar su adhesión por correo electrónico a la cuenta rectorpizzi@uncu.edu.ar
Una primera oferta
Paralelamente al encuentro en el Consejo, el Ministerio de Educación ofreció un aumento del 18% distribuido en cuatro cuotas de 4,5% cada una. Las mismas se cobrarían el 1 de abril, 1 de julio, 1 de octubre y la última el 1 de enero de 2018. Esto fue inmediatamente rechazado porque continúan “sin reconocer la pérdida salarial de 2016”, detallaron los gremios en un comunicado.
Tras esta negativa, los docentes ratificaron la medida de fuerza por 72 horas que finaliza hoy. En tanto el viernes se volverán a reunir para evaluar la continuidad del plan de lucha.
Cabe recordar que entre los pedidos que llevan adelante los gremios universitarios, se destaca el incremento salarial del 35% en el marco del acta suscripta en mayo de 2016.
Se suma además la demanda en la aplicación plena del convenio colectivo de trabajo en todas las universidades nacionales y el aumento en el presupuesto educativo y universitario. Así sumarán en total nueve días sin clase en marzo, durante el primer mes del ciclo lectivo 2017. El primer paro fue de dos días y se realizó en el inicio de las clases, por lo que en vez de arrancar el lunes 6 de marzo, lo hicieron el miércoles 8.
El petitorio
La sesión extraordinaria tuvo una duración de aproximadamente 3 horas y si bien las posturas de los padres de los estudiantes de la Uncuyo fue dura en un principio, con el paso de los minutos fueron diluyéndose en las explicaciones dadas por los expositores.
Claudia García, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, dijo que la cultura individualista y no colectiva es un ejemplo que no se debe dar.
En tanto que Francisca Staiti, titular de Fadiunc, aseguró que la situación a la que se ha llegado no fue provocada por los docentes y exigió que se apresure la paritaria nacional ante el ministro Esteban Bullrich.
Sobre el final del encuentro todos los presentes acordaron suscribir un documento que será presentado en el Consejo Interuniversitario Nacional en el que se pedirá por tres puntos. En primer lugar, remarcaron la defensa irrestricta de la educación pública. En segundo lugar, reclamaron mayor presupuesto para las universidades y en tercer lugar, pidieron que la paritaria nacional retome el rumbo y los criterios de progresividad y buena fe.
Dura posición de padres frente al conflicto docente
No más de 20 padres fueron los que se acercaron al salón del Consejo Superior reunido en sesión extraordinaria para tratar la temática del paro docente. Aquellos quienes quieren que las clases se retomen cuanto antes, mantuvieron una posición dura frente al conflicto. Valeria Bajda leyó una carta elaborada en consenso.
“El conflicto de los docentes y el gobierno vulnera el derecho de los chicos (...) tenemos la imperiosa necesidad de que vuelvan mañana a clases. Pedimos que respeten el supremo derecho a la educación”, dijo la mamá de un estudiante del DAD.
Por su parte, Carolina Galli Zuloaga, otra madre, admitió que la situación excedió a los padres y reconoció tener un plan con medidas creativas para que niños y docentes estén en el aula. De todas formas, señaló que “si los docentes están disconformes con su salario, deberían renunciar” y que “es vergonzoso el nivel de ausentismo por razones particulares”.
Para contrarrestar esta posición, Gabriela Maturano, madre de un estudiante del CUC, también leyó una carta. Éste es un extracto de la misma: “Hacer cumplir un derecho justo avasallando otro derecho justo, no es algo que yo quisiera que mi hija registrara en su cuaderno de aprendizajes. Si no somos capaces de preguntar directamente a los profesores por qué están parando, cuál es su situación, en qué condiciones enseñan, cómo les impacta que las familias de sus estudiantes estén pidiendo que bajen la cabeza y vuelvan al aula a “enseñar” porque no nos importa otra cosa más que nuestros hijos tengan clases, entonces nosotros tampoco estamos garantizándoles el derecho a educarse”.