Tiene más empleados y maneja más recursos que cualquier municipio de Mendoza y en sus elecciones hay más empadronados que al menos la mitad de las comunas.
Hablamos de la Universidad Nacional de Cuyo, un gigantesco universo educativo pero para nada desprovisto de política. Y que podría calificarse como el "municipio N° 19" de Mendoza.
De hecho, las últimas elecciones de rector han tenido no solo la vista de los gobiernos y partidos políticos locales, sino también su participación directa.
Basta recordar que los funcionarios y sus equipos de trabajo han estado -y están- ligados al peronismo y al radicalismo. De hecho, los dos últimos rectores tienen vínculos con el PJ (Arturo Somoza) y la UCR (Daniel Pizzi, actualmente al mando).
Con alrededor de 40.000 alumnos y poco más de 7.000 empleados (entre personal de planta y contratados), la UNCuyo tiene un presupuesto otorgado por el ministerio de Educación de la Nación de $ 4.866 millones para 2019, un número sensiblemente mayor al que manejarán las comunas más grandes, como Guaymallén ($ 3.764 millones), Capital ($ 2.734 millones) y Las Heras ($ 2.271 millones).
En cuanto a los empleados la comparación también se corresponde, ya que con sus 7.142 trabajadores (en planta y contratados) la universidad supera con creces a los 3.325 que tiene Guaymallén, los 2.779 de Las Heras y los 2.570 de la Ciudad de Mendoza, tal como han informado los municipios a fines del 2018 a través de la ley de Responsabilidad Fiscal.
La UNCuyo actualmente ofrece 55 carreras de pregrado, 143 de grado y 84 de posgrado, además de las escuelas secundarias y otros servicios, como el Hospital Universitario, la Nave Universitaria, la obra social (Damsu), los organismos artísticos y medios de comunicación, entre otras.
Además, del total de sus fondos, el 89,7% se utiliza para pagar salarios, un número "por debajo de la media" de las demás universidades según las autoridades de la UNCuyo. El resto se destina a erogaciones de capital, como destacaron a Los Andes, Héctor Smud, que maneja la secretaría Económica y de Servicios; y Víctor Ibáñez, coordinador de Gabinete.
No obstante, señalaron que la universidad también genera recursos propios provenientes del Hospital, el Centro de Deportes y por participaciones en diferentes concursos de proyectos. El año pasado este número llegó a los $ 150 millones, que se destinan a mantenimiento y obras.
Aumento de personal
La UNCuyo incrementó casi un 12% su planta de personal desde que Pizzi asumió como rector, en julio de 2014; en la actualidad cursa su segundo mandato al frente de la casa de estudios.
Según los números a los que accedió este diario, cuando llegó para suceder a Somoza había 6.394 empleados (4.795 docentes y 1.599 no docentes) y de ese total, 559 eran contratados. Más de cuatro años después la planta de personal creció a 7.142 trabajadores (5.332 docentes y 1.810 no docentes), incluyendo 570 contratados.
Durante la gestión de Pizzi, los no docentes parecen haberse beneficiado más: su cantidad creció 13%, contra 11% de los profesores.
Igual, éstos siguen siendo el claustro más importante: hay 3 por cada empleado que no se dedica a dar clases. Smud explicó que el incremento del personal se dio por diversos motivos, entre los cuales mencionó una mayor oferta educativa, con 5 nuevas carreras de pregrado, 3 de grado y 13 de posgrado, "que implica la contratación de más empleados, tanto docentes como no docentes".
Además, sumó la absorción de empleados del Instituto Técnico Universitario (ITU) por parte de la universidad, ya que antes pertenecían a la Fundación ITU, entidad que se fondeaba con recursos provinciales.
En un proceso que se inició en 2014 y a lo largo de tres años, se traspasó el personal a la UNCuyo. En total fueron 280 docentes y 78 no docentes. Con respecto a los contratados, informaron que en estos años se realizó un "proceso de efectivización" de 1.971 docentes, en el cual pasaron por varios escalafones: primero como auxiliares de gestión, un "híbrido" entre contrato y pase a planta, ya que contaban con aportes y obra social pero ningún otro adicional, como antigüedad y título.
Luego pasaron a ser personal de planta interina, en el que estuvieron equiparados al personal efectivizado, hasta que la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) validó la habilitación del cargo. Sin embargo, el aumento de contratos (de 274 en 2014 a 368 ahora) responde también, según aseguraron, a personal que trabaja en las obras que lleva adelante la universidad.
En el último tiempo varios trabajos licitados fueron rescindidos debido a que algunas empresas abandonaron por "cuestiones macroeconómicas". De esta manera, la UNCuyo decidió proseguir con las obras y para ello debió contratar trabajadores.
Por último, también creció el número de docentes contratados, que en su mayoría son recién egresados que “se incorporaron en los dictados de ingresos para reforzar el trabajo docente y evitar el desgranamiento de alumnos que hay sobre todo en los primeros años de la facultad”.
Sólo 38% de los alumnos termina la carrera
La tasa de permanencia en la UNCuyo es de 1,9 por estudiante, según datos de la SPU. Es decir que prácticamente un alumno duplica su estadía en la facultad para recibirse.
Por ejemplo, en una licenciatura de 5 años, en promedio un alumno tarda 9 años para terminar. Por otro lado, la tasa de egreso a 2017 fue de 38 cada 100 ingresantes.
Desde el rectorado informaron que en este punto "se han mejorado los números" y destacaron que "el 98% de los egresados consigue trabajo y el 93% lo hace en el ámbito que estudió". Y agregaron que un estudiante que no finalizó tiene más posibilidades de ingresar en el mercado laboral, que otro sin estudios universitarios.
Qué dice la oposición a Pizzi
Arturo Somoza, ex rector, lejos de polemizar con la gestión de Daniel Pizzi sostuvo que la universidad argentina "sufre con los gastos fijos", sobre todo los relacionados al pago de salarios: "Es necesario ir hacia el equilibrio para poder obtener más recursos, para que se puedan saldar los costos energéticos y de mantenimiento de las instalaciones. Hay muchos insumos que están vinculados al valor del dólar, lo que evidencia un golpe fuerte al ámbito universitario".
Además, indicó que la caída de la matrícula y la deserción son un problema: "El desgranamiento es natural, pero lo que se nota es una deserción por el tema económico: muchos estudiantes no se pueden pagar los pasajes y las becas no alcanzan".
Sobre este punto, según datos de la Dirección de Políticas Públicas y Planificación, en 2014 había 42.165 estudiantes (entre pregrado, grado, posgrado y secundarios) y hoy prácticamente son los mismos: 42.708.
Por su parte, la consejera superior Claudia Paparini (que fue candidata a vicerrectora) opinó que no vislumbra políticas claras que tengan que ver con el desarrollo de la universidad: "Veo debilitada la relación con el sistema universitario nacional, y sí más alianzas con el sistema internacional de universidades privadas".
Además aseguró que es "preocupante el crecimiento del personal en el Rectorado".
Sobre esto, según las cifras oficiales en 2014 había 612 empleados en el Rectorado y este año el número llegan a 713.