La Asamblea de la Universidad Nacional de Cuyo decidirá hoy si aprueba la reforma del estatuto con una propuesta que propicia la elección directa de rector y vicerrector.
Si eso sucede, el próximo conductor de esa casa de altos estudios llegará a ese lugar a través del voto de cerca de 50 mil personas, todas integrantes de los claustros docente, no docente, estudiantil y de los graduados, dejando de lado la actual metodología indirecta, en la que la comunidad universitaria elige, en cada claustro, a sus representantes a la asamblea, para que estos sean los electores.
En consecuencia, lo que hoy se define es una modificación histórica para el ámbito universitario local, aunque para muchos lejos se está de lograr todos los cambios que se necesitan, los que quedarán en el debe de la gestión del actual rector Arturo Somoza, quien se ha comprometido a "profundizar las reformas", pero en fechas futuras.
En general y en particular
La asamblea universitaria está conformada por 185 miembros, todos consejeros directivos (representantes de los claustros en las distintas facultades) y consejeros superiores (integrantes del órgano que gobierna la Universidad). Para que la reforma del Estatuto "en general" sea un hecho, se necesita el voto favorable de dos tercios de los asambleístas presentes al momento de haberse logrado el quórum, con 127 consejeros presentes.
Según informaron en la UNCuyo, apenas iniciada la sesión se consultará a los asambleístas si quieren o no la reforma en general. Si se aprueba, deberá discutirse "artículo por artículo", y en este caso, las aprobaciones deberán darse "por mayoría simple".
La propuesta de Somoza y su equipo posee 170 artículos, mientras que el estatuto vigente en la actualidad totaliza 198.
Consenso forzado
Son escasas las voces en contra de la reforma y todo hace parecer que su aprobación, al menos en lo general, será un trámite.
Sin embargo el tratamiento en particular puede llevar más tiempo, sobre todo porque hay puntos resistidos y que pueden implicar fuertes planteos en la discusión.
La nueva propuesta, además de promover la elección de autoridades de forma directa y ponderada (los claustros mantienen la representatividad actual, con un piso de 50% de docentes y el resto repartido entre estudiantes, graduados y no docentes), cambia el período de gestión de 3 a 4 años y permite sólo una reelección a rector y decanos.
Entre las voces opositoras, las principales son las de los estudiantes, que pugnan por mayor representatividad. "Los docentes siguen teniendo el poder decisor", dijo Yamel Ases, militante de la Franja Morada y consejera superior por los estudiantes, en una postura ciertamente crítica a la iniciativa.
Algo similar opinó Cristian Tarántola, secretario general de la Federación Universitaria de Cuyo, que también cuestionó la situación, aunque se mostró a favor de votar la reforma. "Hace 13 años que la pedimos y no se puede perder esta oportunidad", dijo, e informó que la FUC presentará "cinco puntos a discutir", entre los que se cuentan también la posibilidad de cursar de noche y la de que exista "un claustro docente único", entre otros.
Sobre esto, estudiantes de la Agrupación Ciencias Económicas, que aseguran haber presentado un proyecto similar en 2008 que no fue tenido en cuenta, consideran que esta reforma "no es tan progresista" como parece, ya que "sólo es un cambio electoral que no altera el ?status quo' de los grupos de poder que manejan la Universidad".
También se le cuestiona a Somoza el corto tiempo para el debate. De hecho Fadiunc, el gremio docente, criticó que la propuesta fuese hecha en diciembre, "antes de las vacaciones". Incluso se supo que en algunas facultades hubo reuniones de último momento pero sólo informativas, sin discusión, por lo que posiblemente haya protestas formales en la asamblea de hoy.
El rector explicó que el proyecto se ancla en el plan estratégico 2021 de la Universidad, por lo que "ésta es la oportunidad política" y consideró que "si no se hace ahora, será imposible volver a hacerlo".