Techos que se llueven generalizadamente, fallas estructurales y hasta vidrios rotos, son algunos de los problemas de las escuelas mendocinas que enumeró el nuevo director general de Escuelas de la provincia, Jaime Correas, a quien todavía le falta ser aprobado por el Senado para ratificar su cargo.
Con un diagnóstico provisorio en mano, el funcionario calificó el estado actual de los edificios escolares como “desastre” y llamó a los intendentes del Gran Mendoza y Lavalle a colaborar para elaborar un informe más detallado de la situación el próximo 30 de diciembre.
Según anunció, por el momento ha accedido a 230 expedientes de establecimientos con problemas edilicios graves en toda la provincia (son casi 1.900 los edificios).
“El tema de la infraestructura educativa está muy mal y todos los departamentos están afectados, por lo que tenemos que trabajar juntos para mejorarlo”, expuso el titular de la Dirección General de Escuelas (DGE) antes de entrar a la reunión que mantuvo con los caciques departamentales del norte de la provincia.
“Hay una especie de mapa y queremos que los municipios colaboren para que se complete y así podamos tener una foto lo más real del estado actual”, explicó.
Una vez finalizado el encuentro, Correas fue más crítico aún. “Estamos en “Kosovo”. Nos han bombardeado, tenemos desde cloacas tapadas hasta techos que están por caerse”, expuso y aclaró que la bomba no es real sino que se ha manifestado con el paso del tiempo y la no conservación de los edificios.
Las causas de esta realidad tienen que ver, para el funcionario, con un sistema burocrático previo que demostró no ser eficiente: “Había un método que funcionaba en la teoría y no en la práctica, lo que vamos a cambiar en la gestión”, adelantó Correas a la vez que se refirió al circuito que se cumplía para atender estos problemas.
“La maestra le avisaba a la directora, la directora a la DGE, y de ahí a Infraestructura. A lo mejor lo sigue haciendo Infraestructura, pero el sistema va a cambiar porque va a contar con la colaboración de otros sectores”, aseguró.
Otras razones que señaló el titular de la DGE como contribuyentes de la situación crítica fue el vandalismo y la falta de participación de la comunidad educativa en ayudar a mejorar los establecimientos. “Hay escuelas que tienen una cooperadora muy activa y que arregla, y hay otras que no se ocupan de ellas. Por eso lo que queremos es que los padres vuelvan a la escuela, no para quejarse, sino para que el edificio esté en condiciones”, comentó.
Colaboración municipal
Correas decidió juntar a los intendentes del Gran Mendoza porque aseveró que las comunas reciben los reclamos de los directivos de las escuelas, ante la insatisfacción de sus pedidos por parte del Gobierno provincial. “Tener conexión con los municipios acelera mucho el acceso a la información”, subrayó. En los próximos días, el funcionario se reunirá con los caciques del Sur, Este y Valle de Uco.
Una vez que tenga el diagnóstico definitivo en mano, el titular de la DGE se comprometió a lanzar un plan para que en marzo todos los establecimientos estén funcionando correctamente. “Por el momento, la estimación de recursos es casi inmensurable, porque hay tantos problemas que no se sabe”, reconoció.
En ese mismo sentido, aseguró que la DGE tiene una deuda de 250 millones de pesos. “Hay un problema de recursos porque, como se paga siempre tarde, se paga más caro”, remarcó en tanto que reconoció que hay muchos intendentes que ponen plata de sus arcas para colaborar con la infraestructura de las escuelas de su jurisdicción.
Problemas departamentales
Los intendentes que asistieron a la reunión: Tadeo García Zalazar de Godoy Cruz, Marcelino Iglesias de Guaymallén, Alejandro Bermejo de Maipú, Daniel Orozo de Las Heras, Rodolfo Suárez de Capital y Roberto Righi de Lavalle, expusieron en la charla los problemas puntuales que los aquejan en relación al tema. El único convocado ausente fue Omar de Marchi, de Luján, quien envió en representación al concejal Sebastián Bragagnolo.
“Es un inicio con una actitud positiva”, manifestó Bermejo a la vez que indicó que en Maipú hace falta construir seis nuevas escuelas y que otras tantas necesitan ampliaciones y reparaciones. “Hemos presentado una carpeta con el diagnóstico y me parece que queda un trabajo bastante arduo por delante”, destacó el cacique que ofició de dueño de casa, ya que el encuentro se realizó en el Chalet de Giol en el departamento que comanda.
Por su parte, García Zalazar hizo hincapié en la necesidad de trabajar en conjunto luego de varios años de desatención y descuido de la infraestructura escolar. “La situación es bastante crítica porque no hay un relevamiento actualizado y hay muchos reclamos acerca de los problemas edilicios”, señaló.
Ese intendente fue otro de los que llevó su carpeta con un detalle pormenorizado. “Nosotros en Godoy Cruz tenemos 170 edificios escolares, de los cuales entre 60 y 70 necesitan reparaciones menores y entre 10 y 20 reparaciones más estructurales lo que implica obras significativas como mejora de techos, obras de cloacas o electricidad de mayor complejidad”, precisó.
En tanto Iglesias, quien asumió recientemente luego de un cambio en el color político de su departamento, lamentó no contar con un relevamiento propio. “Nos comprometimos a hacerlo junto a la DGE y a Infraestructura que conocen las demandas de los directores”, explicó el radical. Lo primordial, para él, es poder iniciar un plan de acción mancomunado para llegar a marzo con las escuelas en el mejor estado posible.
Orozco se encuentra en la misma situación que su par de Guaymallén al no contar con una foto de la realidad de la tierra que comanda. Así y todo, el intendente lasherino aseguró que no solamente lo aquejan inconvenientes de infraestructura educativa sino también de seguridad en ese ámbito. “Otro gran problema que tenemos nosotros es que los docentes no están cuidados; son amenazados y sufren robos constantemente”, se lamentó.