La Universidad de Buenos Aires (UBA) volvió a destacarse entre las 50 mejores del mundo en las áreas de Arte y Diseño, Antropología, Lenguas Modernas y Sociología, en un ránking internacional que evalúa 4.438 altas casas de estudio.
El "Ránking Mundial de Universidades por Temática Quacquarelli Symonds (QS) 2018" evaluó así a las universidades del mundo que cumplen con los "requerimientos mínimos de calidad", y ubicó a la UBA entre las mejores 200 -consideradas de elite- en 29 de las 31 áreas contempladas.
Entre esas áreas, la UBA quedó entre las primeras 50 en Arte y Diseño (puesto 18), Lenguas Modernas (24), Antropología (38) y Sociología (46).
Asimismo, quedó entre las primeras 100 en Agricultura y Ciencias Forestales, Anatomía y Fisiología, Arquitectura, Ciencias de la Tierra y Marina, Educación, Derecho, Filosofía, Historia y Lingüística.
"Esto demuestra que somos una universidad de elite en todas las áreas de conocimiento, lo que nos llena de orgullo y responsabilidad", dijo Alberto Barbieri, rector de la UBA, quien destacó el trabajo de "docentes, investigadores, no docentes, estudiantes y graduados".
Aunque opinó que ese tipo de ránkings tiene "muchas limitaciones para medir el real impacto de las universidades en el desarrollo productivo y social de un país", reconoció que "hubo mejoras tanto en la investigación como en la modificación de planes de estudio en los últimos años".
"Me gustaría que esto sirviera para que en nuestro país se discutiera realmente un cambio en la inversión en educación superior. Competimos en la región con universidades que tienen un gran nivel de inversión y menos cantidad de alumnos", analizó el rector.
Citó como ejemplo a la universidad brasileña de San Pablo, cuyo presupuesto es de 4.000 millones de dólares para 90.000 estudiantes, mientras que la UBA recibe 800 millones de dólares para 300.000 alumnos.
"Tenemos excelentes investigadores, graduados y docentes, pero para poder darle un mayor uso a ese conocimiento necesitamos mejores herramientas. Mientras no resolvamos eso, universidades como la de San Pablo tendrán más posibilidades que nosotros", alertó Barbieri.
Consultado sobre cuáles deberían los puntos a reforzar, destacó tres: "Salarios más altos para investigadores y docentes, inversión en mantenimiento y desarrollo edilicio y tecnología aplicada para la investigación y procesos educativos".
"Entendemos que los recursos son escasos, pero con el capital social y humano que tenemos, si se invirtiera en esos aspectos tendríamos un nivel aún mayor", aseguró.
Respecto al año anterior, la UBA escaló 13 posiciones en Arte y Diseño, 14 en Lenguas Modernas y uno en Sociología, ya que en el ránking previo se situó en el puesto 47.
Además, una importante variedad de áreas de estudio fueron clasificadas en el top 150 mundial: Ciencias Ambientales, Ciencias Biológicas, Ciencias de la Computación y Sistemas de Información, Farmacia y Farmacología, Física y Astronomía, Ingeniería Química, Ingeniería Mecánica y Aeronáutica, Química, Matemática, Medicina, entre otras.
En lo que respecta a otras universidades nacionales, el ránking QS por temáticas de 2018 destacó en el área de Sociología a las universidades nacionales de Córdoba (UNC) y La Plata (UNLP), que se ubican entre las posiciones 251 y 300.
"Tenemos que reforzar el desarrollo educativo regional y ayudar a las demás universidades. No es bueno que casi exclusivamente se destaque la UBA", opinó Barbieri.
Y continuó: "Esto sólo se arregla si nos sentamos a trazar un plan con desarrollo e inversión para los próximos 30 años".
"La calidad no se negocia en la UBA, pero si no logramos que los secundarios tengan un mejor nivel, va a ser muy difícil que más alumnos se gradúen en la universidad", completó.
El Ranking QS evalúa los "campos disciplinarios más sobresalientes e influyentes de la educación superior" del mundo con el objetivo de "brindar a la comunidad académica un informe detallado de cada universidad".
Elaborado anualmente, se sustenta sobre cuatro pilares: investigación, calidad de la enseñanza, reputación empresarial e internacionalización.